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Reportaje:Fútbol | Segunda jornada de Liga

500 minutos y mucho humor

Rijkaard prescinde de Ezquerro, más importante para el grupo que para el equipo

Ronaldinho regresa hoy ante Osasuna (20.00, horas, Camp Nou); Belleti, Gio, Saviola y Ezquerro lo verán desde la grada: "Manejo una gran plantilla y debo tomar decisiones", se justificó Rijkaard, que en el verano de 2005 recibió feliz al delantero riojano. "Tiene calidad, es polivalente y mete goles", le elogió entonces. La realidad ha convertido a Ezquerro en más importante para el grupo que para el equipo, porque alegra más que juega. Llegó gratis, procedente del Athletic, tras una reunión con Begiristain en casa de los Unzue, en Pamplona, donde se le dieron razones del interés: "Debía dar relevos a Ronaldinho, Eto'o y Giuly, teoricamente titulares", reconoce Txiki mientras agota sus vacaciones en Lanzarote. Luego, todo cambió: "Apareció Messi y le robó protagonismo", asume Eusebio Sacristán, ayudante de Rijkaard, al mirar atrás.

"Siempre que he podido, le he dado minutos, se los gana cada día. Lamento que no hayan sido tantos como a él le gustaría", dice Rijkaard. "Frank siempre me dice que esté tranquilo, que está contento conmigo", explica el jugador, razón por la que sigue en el Barça; a diferencia de Saviola, a Ezquerro le invitaron a quedarse, por eso desestimó ofertas en verano.

Siempre de buen humor, en apenas una temporada se ha metido al vestuario en el bolsillo. "Otro rajaría, él llega a entrenarse con la sonrisa puesta y siempre tiene una broma a punto, una palabra de animo", le descubre Silvinho. Oleguer, uno de sus mejores amigos en el vestuario, se niega a destacar antes sus bromas que su fútbol: "Cuando no juegas, tienes que ser muy fuerte mentalemente. Lo es, y también es muy divertido, pero está aquí porque es es un pedazo de futbolista", dice. "¡Que clase, hermano!" exclama Eto'o, que añade: "Lo que más me gusta de Santi es que siempre está listo para cuando le llegue el momento, porque trabaja mucho".

Pero los números no mienten El curso pasado fue titular tres veces, jugó 500 minutos, repartidos en 12 partidos, de los 20 que fue convocado. No le basta. Ni le consuela ser la alegría del vestuario. "No vine a reirme, vine a jugar y quisiera jugar más. Pero tío, ¡esto es el Barça!", exclama. "Ahora bien, no me resigno", avisa.

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