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Dos cargos de Adigsa declaran que vieron irregularidades en la gestión de Penín

El actual consejero delegado de la empresa pública Adigsa, Miquel Bonilla, y un ex alto cargo de la compañía, Josep Maria Oliveras, advirtieron ciertas "irregularidades" en la gestión del intermediario Josep Maria Penín, aunque no tienen constancia de que se cobraran comisiones. Así lo aseguraron ayer en su declaración, en calidad de testigos, en el Juzgado de Instrucción número 3 de Barcelona, que investiga el presunto cobro de comisiones en la adjudicación de obras de reforma de pisos de segunda mano de protección pública entre 2002 y 2004.

Ambos explicaron que de las 132 viviendas investigadas, 60 las gestionaba Penín -imputado en la causa- de forma "totalmente atípica". Además, aseguraron que esta gestión era, "por lo menos, tolerada" por el entonces consejero delegado, Josep Anton Fondevila. "Había carta blanca, manga ancha", a juicio de Bonilla y Oliveras.

Entre las irregularidades observadas por ambos cargos, destacaba que había presupuestos sin memoria previa o pliego de condiciones. Los testigos también consideraron "raro" que las gestiones de control de las constructoras las hiciera Penín, "que no era un técnico".

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