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Los combates en las calles de Diwaniya entre soldados iraquíes y milicianos chiíes causan decenas de muertos

Al menos 23 milicianos chiíes murieron en la noche del domingo en combates con el Ejército iraquí en las calles de Diwaniya, en el sur de Irak, a unos 200 kilómetros de Bagdad. Aunque el Ministerio de Defensa mencionara a 50 milicianos y 20 militares muertos, varias fuentes daban ayer cifras inferiores. Los enfrentamientos, unos de los más violentos en esta región, empezaron después de que el Ejército iraquí lanzara una amplia operación contra las milicias del clérigo chií

radical Múqtada al Sáder para detener a un responsable del Ejército del Mehdi, el grupo armado de Al Sáder.

"Los estadounidenses se negaron a liberarle, y eso fue el detonante", explicó un oficial

anónimo del Ejército iraquí. "Muchos milicianos vinieron de provincias vecinas y se juntaron en Diwaniya, zona donde estuvieron desplegadas tropas españolas entre 2003 y 2004. Hemos pedido refuerzos, y prevemos una operación importante", añadió el militar, que precisó que ayer los combates proseguían. Según Abdul Munam Abu Tibik, un miembro del Consejo de la provincia de Diwaniya, los milicianos dicen ser de la organización de Múqtada al Sáder, aunque han rechazado su llamamiento a abandonar las armas y transformar su sede en un centro religioso y cultural.

En total, desde la noche del domingo, fallecieron al menos 60 personas en actos de violencia en Irak. En Bagdad, un conductor suicida mató a 15 personas, entre ellas ocho policías y dejó heridas a decenas de heridos al hacer explotar su coche contra un autobús de la policía enfrente del Ministerio de Interior. Se trata de uno de los ataques más sangrientos desde que las autoridades adoptaran medidas de seguridad excepcionales en la capital iraquí hace tres semanas. Asimismo, siete soldados estadounidenses murieron en varios ataques en Bagdad y en las afueras de la ciudad.

Aunque los insurgentes de los grupos suníes, que bajo la presidencia de Sadam Hussein dominaban el país, han representado durante mucho tiempo la mayor amenaza contra la estabilidad del Gobierno que respalda Estados Unidos, ahora la violencia que procede de las milicias chiíes es la que más víctimas mortales se está cobrando.

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