"Pienso cada día en el gol de París"

Dice que no, pero a Juliano Belletti le ha mudado la cara desde que en la final de París marcó el gol que llevó al Barça al cielo. Había antes de la final un rictus de tormento en el rostro de este hombre, entonces bajo sospecha, que aparece ahora relajado, radiante, dispuesto a charlar de fútbol, música, de la vida y de lo que se tercie en los campos universitarios del Loyola Marimount, donde el Barça se ha entrenado en Los Ángeles. Bajo la sombra, Belletti asegura con rotundidad que Ronaldinho no se irá y defiende a Joan Laporta: "Él también es un presidente vencedor".

Pregunta. El gol ante el Arsenal le debió de cambiar la vida. Hasta la cara le ha cambiado.

Respuesta. No, lo que pasa es que ahora la gente se fija mucho más en mí. Yo no he cambiado nada. La gente antes también me tenía cariño y me pedía autógrafos, pero ahora me dice: "Gracias Belletti". Fue una sorpresa porque soy un lateral, pero sé cuál es mi trabajo en el campo. Rijkaard siempre me ha invitado a subir a atacar.

"Ronaldinho va a quedarse. Está muy feliz con nosotros, con el cuerpo técnico y la afición. ¿Si estoy seguro? Es que no le veo fuera de aquí"

Laporta es un presidente vencedor y todo lo hace para que el Barça sea más grande. En tres años ha ganado dos Ligas, una 'Champions' y una Supercopa"

P. Debe de tener el gol enmarcado en todas partes...

R. He intentado huir de todo eso. Mucha gente me ha preguntado por qué no me quedé las botas, ahora en el museo. Pero el título era muy importante para el club y prefiero guardar cosas en casa. No tengo ni un trofeo ni nada de fútbol, lo tienen mis padres. Ellos lo guardan todo: la camiseta con que debuté con Brasil y el balón de un día en que marqué dos goles.

P. Es curioso porque usted tampoco había jugado mucho en la Champions.

R. Síiiii. No jugué ante el Chelsea, pero si los demás partidos. Cuando se empezó a decir eso repasé las estadísticas que tengo en mi ordenador. Tengo archivados todos los partidos que he jugado desde que empecé en 1994. Lo hago desde hace seis años. Son unos 500. Pongo la fecha, el resultado, la ciudad y la posición que ocupé en el campo. Así lo miraré cuando me retire.

P. Pero el gol sí ha cambiado algo: usted pasó de ser cuestionado a que le ofrezcan la renovación.

R. El fútbol es así: en mi primer año decían que era el lateral perfecto para el juego ofensivo del Barça. Antes del gol, Txiki Berigistain me dijo: "Tranquilo, Belletti, te vas a quedar". Me quedan dos años de contrato y me han ofrecido la renovación. Tengo 30 años y cuanto más tiempo me quede, mejor. Pero este asunto lo lleva mi hermano Sandro, que no habla conmigo. Quiere que me centre en jugar al fútbol, que es algo que me encanta.

P. O sea, igual que Ronaldinho, que remite a su hermano. ¿Qué va a pasar con él? ¿Lo ve en Milán?

R. ¡Es que es verdad! Son nuestros hermanos quienes se ocupan de estos asuntos. Y Roni va a quedarse. Está muy feliz con nosotros, con el cuerpo técnico y la afición. ¿Si estoy seguro? Es que no le veo fuera de aquí. Aparte del buen clima de Barcelona, sus compañeros son importantes. Le he visto como siempre: feliz y alegre. No ha cambiado. Cuando sale al campo, en cada partido, siempre le busco y le digo: "Roni, no te olvides, no te olvides de que eres el mejor del mundo". Si se va sería como una cosa de otro mundo. Él está muy a gusto aquí.

P. El Barça ha fichado a Zambrotta. ¿Le ve una amenaza para su puesto?

R. Es un grandísimo lateral que acaba de ganar un Mundia. Desde el principio habrá pugna por la titularidad, y eso es bueno para el club. Toda la vida me ha pasado igual: siempre han fichado a alguien en mi puesto. Estoy acostumbrado a esa competencia y sólo debo preocuparme de mí mismo.

P. Se fue de vacaciones con un presidente y ahora ya no está. ¿Cómo ve todo este conflicto?

R. Son cosas del fútbol. Quizá nosotros no debamos entrar en ello, pero es verdad que el Barça llevaba cinco años sin ganar nada y en tres ha ganado dos Ligas, una Champions y una Supercopa de España. Laporta es también un presidente vencedor y todo lo hace para que este club sea más grande.

P. Puyol no quiso pronunciarse sobre la posibilidad de que Alejandro Echevarría entre en la junta, pero le defendió porque dijo que es su amigo y porque apoya a los jugadores. ¿Comparte su opinión?

R. Siempre se ha preocupado por mi familia, que si necesitaba algo, que si mi hijo estaba bien. Se preocupa mucho de mí personalmente. Pues digo lo mismo.

P. ¿Cómo ve la temporada?

R. Siempre es más difícil mantenerse que llegar. Tendremos más presión, más responsabilidad. Es verdad que los rivales nos conocerán ya, pero eso ya nos pasó el año pasado. Tenemos un gran equipo y buenas individualidades. Si no está bien Roni, está Eto'o, o Deco... Además, tenemos a Rijkaard. Ayer [el sábado] lo hablábamos en el desayuno. Es muy importante. Si hay buena alegría y buen humor, es gracias a él. Rijkaard es diferente. Ha sido futbolista, y eso ayuda.

P. ¿Cómo está llevando el equipo está gira?

R. El recibimiento en Hollywood fue de película con Kobe Bryant. Fue increíble en un país donde no se sigue mucho el fútbol. Aquí tenemos mucho tiempo libre: entro en Internet y veo películas en versión original. Algunos se fueron a la playa en bicicleta, pero yo no. En Barcelona toco la guitarra acústica, estoy perfeccionando el inglés, aquí me hago entender bien, y estoy estudiando francés, que me está costando. Hay que hacer cosas: tenemos mucho tiempo libre y es una lástima no aprovecharlo.

P. ¿Cuántas veces le viene a la cabeza el gol de París?

R. Pienso en él cada día. Lo llevo en el ordenador, no todo el partido, y hoy lo he visto. Mucha gente me había hablado de la Champions, de Koeman, y yo aquel día fui suplente. ¡Imagina cómo estaba! Me enfadé por eso. Pero sabía que debía utilizar mi experiencia para quedarme tranquilo. En el descanso, había un silencio tenso. Intenté dar ánimos diciendo: "Tranquilos, hay tiempo, tenemos calidad". Cuando el mister me llamó para calentar, me dijo que atacara y lo único que pensé fue en concentrarme al máximo. Y pasó lo que pasó. No tuve más opción que chutar, y cuando vi el balón dentro, primero pensé en mi niño y luego me dije: "¡Dios! ¡Mi padre!". Estaba allí y se quedó cinco minutos parado con las dos manos en la cabeza. He intentado disfrutar de todo esto antes de las vacaciones. Ahora tengo mucha más responsabilidad con el club y la afición. El móvil se me bloqueó. Mis amigos, los compañeros, los técnicos, en Barcelona y Brasil, me dijeron que me lo merecía.

P. A Koeman le hicieron una estatua. Igual le hacen una a usted.

R. No, no hace falta, que se la hagan a toda la plantilla. Me quedo con lo que me dijo mi hermano pequeño: "Dios sabe lo que hace. Te lo merecías".