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ESCENA

Las últimas innovaciones del flamenco llegan a la sala Pradillo

Algunos teatros alternativos madrileños se han olvidado de incluir la palabra "reposo" en sus carteleras y, lejos de hacer un paréntesis en la frenética actividad escénica, continúan seduciendo al respetable con propuestas refrescantes. La sala Pradillo, por ejemplo, aprovecha el mes de agosto para montar su ciclo La Otra Mirada del Flamenco, que sirve al público para curiosear las últimas innovaciones de este género. Y puestos a ver y escuchar a los nuevos talentos, los programadores de la sala (Pradillo, 12) han pensando en la bailaora malagueña Rocío Molina para abrir este ciclo. La artista ha preparado el espectáculo Turquesa como el limón en el que incluye rumbas y seguiriyas (hoy, a las 21.00). "Mi estilo es más contemporáneo, mientras que mi compañera Laura Rozalén se siente identificada, por estética y por escuela, con la época dorada del flamenco de Pastora Imperio. La belleza tiene muchos colores, muchas miradas y a mí me interesa mucho esta diversidad", adelanta Rocío Molina.

Pero entre la nueva generación flamenca también se han colado músicos de experiencia como Rafael Jiménez Falo, que actuará del 9 al 12, a las 21.00. "Este artista apuesta por una renovación del cante siempre partiendo de la tradición más pura", explican en la sala Pradillo. Por su parte, Manuel Liñán se subirá al escenario del 16 al 19 con el montaje 1980, en el que rememora una infancia "de patio de colegio y barrio de mil leyendas y secretos", y Ester Carrasco le seguirá, del 23 al 26, con cinco piezas breves de danza española reunidas bajo el título de Dançem. Y cerrará el ciclo el trío formado por Olga Pericet, Marco Flores y Daniel Doña, que bailará Chanta la mui, del 30 de agosto al 2 de septiembre.

Coreografías al fresco

Por su parte, la sala El Canto de la Cabra (San Gregorio, 8) acoge la visita de la coreógrafa Sonia Gómez, que ha modificado el espectáculo previsto inicialmente: en lugar de Las Vicente matan a los hombres, la bailarina catalana interpretará Ergomotion (hasta el día 13, de miércoles a domingo, a las 22.00), un espectáculo concebido como una trilogía sobre la infancia, la adolescencia y la juventud, con retazos autobiográficos.

La primera parte se llama Yo estoy en este mundo porque tiene que haber de todo, que, según Sonia Gómez, retrata a "una chica de un pequeño pueblo de Cataluña que sueña con hacerse famosa y para conseguirlo pasa por pruebas que muchas veces le hacen tirar la toalla, pero como en toda buena historia finalmente consigue lo que se propone". El segundo fragmento, Yo no soy nadie pero me cago en tu puta madre, habla de "una chica de un pequeño pueblo de Cataluña que tiene problemas con el entorno", y la tercera pieza, Yo no hablo inglés pero a veces me lo paso bien, muestra a la misma chica que ya vive en Barcelona, estudia y piensa qué quiere ser de mayor.

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