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Reportaje:

Aquí no hay crispación

Los ediles son los que intentan preservar las buenas relaciones, dice un concejal popular política entablada entre sus dirigentes

"Procuramos no crispar más", dicen. Las olas del temporal levantado por las duras acusaciones del PP al PSOE por la gestión del final de ETA han estado a punto de arrasar el único espacio donde ambos partidos mantienen acuerdos de gobierno: media docena de ayuntamientos vascos. La dirección del PSE-EE llegó a sopesar la ruptura de estos pactos a raíz de la difusión por los populares del vídeo que unía la rosa socialista y la serpiente de ETA, y de la denuncia judicial de la reunión de Patxi López y dirigentes de Batasuna. Pero finalmente decidió no hacerlo para no contribuir "a enturbiar más la política, como pretende el PP", explicó López tras haber sondeado a la decena de alcaldes socialistas que gobiernan con los votos del PP.

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Ayer mismo, López reiteró en Santander que el PP ha traspasado "las líneas rojas de la decencia democrática" con sus "insultos y mentiras" dedicados a los socialistas. Era su respuesta a la presidenta del PP vasco, María San Gil, que había declarado que "muchos sospechan" que los dirigentes del PSE "están elaborando el camino de futuros pactos con Batasuna".

"Las relaciones personales son buenas, y eso ayuda para que, sabiendo que llueven chuzos de punta, no nos afecten", apunta el edil del PP de Andoain Juan Carlos Cano. Los alcaldes y concejales de ambos partidos involucrados en pactos de gobierno no quieren verse arrastrados por los vientos huracanados que siembran las cúpulas de sus partidos. El esfuerzo a que les obliga es considerable. Las duras descalificaciones de Acebes, Zaplana y el propio Rajoy a la política de Zapatero y López en Euskadi han abierto trincheras de distancia en muchos municipios vascos, tan hondas como las que separan a populares y socialistas en otros puntos de España. Sólo en algunos lugares, generalmente municipios pequeños, se mantiene el espíritu de hermandad que se produjo a finales de los años 90, cuando ETA se cebó en los cargos municipales de ambos partidos y tuvieron que hacer piña al sentirse desamparados por el nacionalismo democrático.

La política con minúscula y el aflojamiento de la presión de ETA ha quebrado lazos y tensado relaciones. En Andoain, donde los electos constitucionalistas fueron especialmente perseguidos, se crearon vínculos que resultan más difíciles de romper que en otros lugares. "Hemos hecho una apuesta muy fuerte por la normalidad, para demostrar a nuestros vecinos que se puede gobernar bien sin darle un sesgo nacionalista a la gestión", subraya el popular Juan Carlos Cano. Por su parte, el concejal socialista Estanis Amuchástegui precisa que "lo nuestro son acuerdos con desacuerdo". "Y los desacuerdos sobre los temas que no son municipales los hablamos a nuestra manera y procuramos no crispar. Entre nosotros hay lealtad y hemos conseguido que la convivencia sea mucho mejor", añade.

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También son excelentes las relaciones de la alcaldesa de Lasarte, Ana Urchueguia, con su delegada de Régimen Interior, la popular Vanesa Vélez. Aunque sea a costa de evitar sacar a debate temas de política general. "Sé que mi obligación es gestionar el Ayuntamiento y a eso me limito", dice la regidora socialista. Añade que las relaciones humanas son en los Ayuntamientos muy importantes y que la que mantiene con la edil popular "es perfecta".

Ningún vínculo de afecto, sino exclusivamente institucional, es el que la edil popular Juana Bengoechea reconoce mantener con los socialistas en el gobierno de Irún, el otro Ayuntamiento guipuzcoano con pacto PSE-PP. Sólo el compromiso político del PP de apoyar al alcalde constitucionalista más votado les impulsó a gobernar con el PSE. "Y cuando tienes un compromiso político tan fuerte, lo personal queda relegado a un segundo plano". Bengoechea admite que están muy entrenados en separar intereses y sentimientos. "En 2004, María San Gil hasta votó a López como lehendakari", recuerda. Tampoco puede olvidar que "el PSE estuvo en Irún dos años ofreciendo a los nacionalistas que entraran en el gobierno. Al tener la ciudad paralizada, vinieron a nosotros y, pese a que esos dos años habían sido muy desagradables y el trato muy poco educado, nos lo tragamos para tratar de sacar la ciudad adelante", dice. Precisamente, ese compromiso le lleva a "relativizar las cosas" y a concluir que por nada del mundo se debe romper el pacto. "Nos parece que la política, sobre todo ahora, debe ser una operación racional. Las emociones, las vísceras, deben quedar aparte", concluye.

El portavoz popular en Barakaldo (Vizcaya), Rafael Carriegas, que accedió también hace dos años al gobierno municipal, tras una difícil travesía en solitario del PSE, no muestra, sin embargo, esa distancia hacia sus colegas socialistas de gobierno. "Todo este enfrentamiento mediático no diré que me pilla ajeno, pero no ensombrece ni una molécula el fervor con el que trabajamos para mejorar el municipio", afirma.

Según Carriegas, las andanadas que se lanzan cada día los dirigentes de sus partidos no les ocupan "ni un minuto" de su trabajo, aunque lo comenten tomando un café. "Pero sin tensión", precisa. "Yo creo que si alguien está intentando reconducir y atemperar la situación, esos somos los concejales de base", añade. Y remata afirmando que su relación, "en términos humanos y políticos", con el alcalde de Barakaldo, Tontxu Rodríguez, "sigue siendo excelente", porque "tenemos mucho por hacer". Pero este testimonio del portavoz popular no pudo ser contrastado con sus colegas socialistas de Barakaldo, ni el de Juana Bengoechea con los socialistas de Irún, al negarse a hablar sobre esta cuestión tras recibir instrucciones "de la ejecutiva" del PSE-EE.

En la Rioja Alavesa, socialistas y populares mantienen en Elciego una relación idílica como opción constitucionalista frente a la coalición PNV-EA, que fue la más votada. Una relación que dura 12 años y permite afirmar a sus protagonistas que sería difícil que se produjera una ruptura. "Los problemas se darán en otras esferas. En lo que concierne a nuestra zona, hoy no se vislumbran; seguimos trabajando a gusto", afirma el alcalde socialista, Rafael Cruz. La concejal popular Ester Hernando ratifica que la relación "es fantástica y mantenemos vínculos de amistad".

Los concejales Juan Carlos Cano (PP), a la izquierda, y Estanis Amuchastegui (PSE), ante el Ayuntamiento de Andoain.
Los concejales Juan Carlos Cano (PP), a la izquierda, y Estanis Amuchastegui (PSE), ante el Ayuntamiento de Andoain.JESÚS URIARTE

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