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Hermann Bonnín recupera para el teatro la 'Nausica' del poeta Joan Maragall

El director escénico Hermann Bonnín no comprende demasiado bien por qué el poema dramático Nausica, la única aproximación al teatro realizada por el poeta Joan Maragall, ha permanecido prácticamente inédita en los escenarios desde su creación, en 1908. En su opinión, alentada por el entusiasmo de Josep Palau i Fabre, la obra es, junto con la Antígona de Salvador Espriu y Mar i cel, de Àngel Guimerà, una de las tres tragedias universales de la dramaturgia catalana. Bonnín ha dirigido un montaje de la pieza que se estrena hoy en el Festival de la Porta Ferrada de Sant Feliu de Guíxols, se verá el jueves próximo en Tarragona y finalmente recalará en el anfiteatro Grec, del 2 al 5 de agosto.

Joan Maragall escribió su Nausica entre 1908 y 1911, en Caldes d'Estrac, a partir de la Odisea, de Homero, y especialmente del trabajo inacabado emprendido por Goethe con relación a la historia. Los endecasílabos que le dan forma narran el fugaz encuentro, de tan sólo 24 horas, entre el maduro Ulises y la princesa adolescente Nausica. La juventud y la vejez, la experiencia fatigada y la ilusión de quien tiene toda la vida por delante, convergen en ese breve lapso de tiempo, que Bonnín ha ambientado en la época en la que el poeta escribió la obra. La pieza fue estrenada en 1912 en el teatro El Dorado de Barcelona por el Sindicato de Autores Catalanes como homenaje al poeta, fallecido cuatro meses antes; posteriormente se ofreció una lectura en Caldes d'Estrac y en el Palau de la Música, pero Bonnín no tiene noticias de que su presencia en el escenario haya ido más allá.

El director defiende que llevarla a los escenarios no es sólo ofrecer un espectáculo al público, sino que supone "un intento de entender de dónde venimos, qué hemos dejado atrás". Y así, reivindica no únicamente esta obra desconocida, sino el "gran testamento" intelectual de Maragall, un hombre, a su entender, capaz establecer una síntesis "entre el seny y la rauxa". Para Bonnín, "es la voluntad de rescatar y poner en evidencia una manera de entendernos a nosotros mismos". El director subraya la preocupación del poeta por los problemas de su tiempo, como el encaje entre Cataluña y España, y el uso social de la lengua. Está previsto que al estreno de hoy asista una nutrida representación de la familia Maragall. No así el presidente de la Generalitat, que ha confirmado su presencia para la primera función en el Grec. "No sé si la coyuntura política añade algún tipo de morbo al montaje. Por supuesto que en ningún caso se ha hecho con esta intención", explica el director.

La obra se representa a partir de la versión realizada por Jordi Coca, que se ha concentrado en recortar algunos pasajes y en destacar su contemporaneidad.

Lluís Soler, Sílvia Bel, Fermí Reixach, Carme Sansa y Enric Majó encabezan el reparto de la pieza, en la que interviene también la hija del director, Nausicaa, bautizada así justamente por la protagonista femenina de la obra ( "aunque ella le añadió una a por influencia del griego", cuenta el padre). Queda claro que el interés de Bonnín por la pieza de Maragall es sólido y viene de antiguo.

Nausica se representa en un escenario de Iago Pericot.

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