Pirmin treku, ex bailarín y maestro de ballet

El bailarín guipuzcoano retirado Pirmin Treku murió el pasado jueves 13 de julio, a los 76 años, a consecuencia de una insuficiencia cardiaca.

Su verdadero nombre era Pirnon Aldabaldetreku, había nacido en Zarautz en 1930 y constituyó una figura excepcional dentro del ballet masculino español, pues desarrolló toda su carrera profesional en el Reino Unido, donde alcanzó categoría de primer bailarín y compartió escenario y creaciones durante muchos años con personalidades como Margot Fonteyn.

Pirmin Treku llegó al Reino Unido siendo apenas un adolescente huyendo de la devastación de la Guerra Civil, y allí consiguió ser admitido en la Escuela Vocacional para Jóvenes Bailarines creada por Ninette de Valois en el legendario Sadler's Wells Theater Ballet.

Era 1945 y ya apenas dos cursos después entró firmemente en la compañía profesional homónima, que se reconvertiría posteriormente en el Royal Ballet de Londres. En la temporada invernal de 1948 alcanzó ya la categoría de bailarín principal, permaneciendo en esa formación hasta 1961, en que, por una compleja lesión de la rodilla derecha, se vio forzado a abandonar la escena.

Desde finales de los años cuarenta fue compañero escénico de figuras como Robert Helpman, Margot Fonteyn, Michael Somes y Frederick Ashton.

En estos años fue glosado por críticos como Haskel y Beaumont, también fue muchas veces retratado por Baron y participó en la creación de papeles protagonistas de ballets como Selina (1948) de Howard; Sea change (1949) y Pastorale (1950) de John Carnko.

Este coreógrafo, con el que conservó, igual que con Fontayn, una larga amistad, también le tuvo como figura predilecta en Reflection (1952), The lady and the fool (1954) y la importantísima Príncipe de las Pagodas (1957).

También creó con Somes la pieza Sommer interlude y con George Balanchine en 1950 el histórico Trumpet concerto; Kenneth McMillan hizo a su medida Anon en 1958 y Ashton le colocó en 1958 en la formación original de otro clásico: Ondina. Pero hubo un papel por el que fue elogiado unánimemente, dibujado por Amboise y retratado: y es el del muchacho de La fête étrange ideado por Andrée Howard sobre música de Fauré en la reposición de 1957, y que está inspirado en la novela El Gran Meaulnes de Fournier.

A partir de 1961, cuando abruptamente se interrumpió su carrera, decidió abandonar Londres

pero, como aún se sentía un exiliado, en vez de volver a España se instaló en la localidad portuguesa de Oporto, donde abrió una escuela, que en su momento fue inaugurada y visitada por la propia Margot Fonteyn, y donde Pirmin Treku ejerció el magisterio hasta hace apenas tres años en que su delicado estado de salud le hizo finalmente volver al País Vasco.

La danza española se había olvidado absolutamente de Pirmin Treku, un niño de la guerra que bailaba brillantemente el aurresku y otras danzas de su tierra y que en Europa llegó a ser una gran figura del ballet. Y no ha sido sino hasta este año 2006 cuando la Casa de la Danza Ángel Corella de Logroño, le nombró Amigo de Honor.