Reunión de Ang Lee con Ingmar Bergman
Un deseo largamente acariciado del director de cine Ang Lee, el de encontrarse con Ingmar Bergman pudo cumplirse la semana pasada, en la casa del director sueco en la isla de Fårö, en Gotland, donde vive recluido con sus recuerdos y las copias de los grandes filmes propios y ajenos que acostumbra a mirar en la sala acondicionada para ello. Lee, que se encontraba en Gotland para participar personalmente y con un filme en la Semana Bergman, en la que se exhiben algunas de las obras del cineasta sueco, llegó en bicicleta hasta la residencia de Bergman, acompañado de sus hijos Haan y Mason, de 21 y 16 años respectivamente. Un día después contaría en una entrevista con un crítico del diario Dagens Nyheter, que nunca olvidaría el abrazo que recibió de aquél. "Muchas de las cosas de las películas de Bergman, me llegan muy directamente" dijo, "esa forma intima de sus diálogos y el uso semibiográfico de su utilización". Lee, laureado con el León de Oro en el Festival de Venecia del año pasado por su filme Brokeback Mountain, que el próximo mes de octubre cumplirá 53 años, dijo no sentir ninguna necesidad de leer crónicas o entrevistas sobre Bergman porque todo lo que hubiera querido saber, se lo "contó" a través de sus filmes. Lee describió con emoción su encuentro y sus conversaciones con su colega sueco en la soledad del paisaje de Fårö, frente al mar y dijo que "había merecido la pena viajar desde Hong Kong, para vivirlo".
