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Entrevista:EL RETROVISOR | Alemania 2006

"Tenía a Pelé hasta en la sopa"

El portero mexicano Carbajal es el primer jugador que disputó cinco Mundiales, desde Brasil 50 hasta Inglaterra 66

José Marcos

Repiquetean las campanas de León, en el México profundo, cristiano y criollo, mientras don Antonio (México DF, 77 años), la Tota Carbajal, el Cinco Copas, hila recuerdos en la vidriería que regenta de un tiempo pasado, de los cinco Mundiales que disputó como portero entre 1950 y 1966. Lothar Matthäus igualó su registro mucho después: en el Mundial de Francia 98.

Pregunta. ¿Cómo prefiere que le llamen?

Respuesta. Me da igual que me da lo mismo. El orden de los factores no altera el producto.

P. ¿Qué sintió cuando Matthäus jugó su quinto torneo?

R. Alegría por lo siguiente: se habló de mí a nivel mundial. 'El alemán Matthäus igualó el récord del mexicano Carbajal'. No al revés. Te queda la alegría de que fuiste el primero. Siempre se habla del primero. Es como en un torneo. Se habla del campeón, no del segundo.

"En 1950 llevamos una equipación prestada. Hoy llevan cinco. Sólo falta que les bañen y acunen"
"Bajo el jersey, siempre, la misma camiseta. Pasó de verde esmeralda a verde mar y verde limón"

P. ¿Quién tiene más mérito? ¿Un portero o un jugador de campo?

R. Todo tiene sus bemoles, sus pros y sus contras. Se dice que el arquero tiene más longevidad, pero la responsabilidad es mucho mayor. Porque un delantero falla y no pasa nada; un medio, lo mismo; un defensa, lo mismo, pero el portero... Falla y el balón ya está en la red.

P. ¿Cómo hizo para mantener el nivel durante 20 años?

R. Siempre he trabajado muy fuerte. Exageradamente fuerte. Porque el portero, durante un partido, es el que menos actividad tiene. Así, le pueden llegar dos balones muy difíciles en los 90 minutos que dure el partido... ¡y tiene que estar atento! Precisamente, el gol que me metió España, en Chile, fue en el minuto 92. Peiró tuvo el mérito de acompañar la jugada desde el área española.

P. ¿Qué dieta llevaba?

R. ¡Ja, ja, ja! Entonces no había los medios de ahora. ¡Lo que caía era bueno! Lo importante era llenar el buche, ya fuera tomando frijoles o chile. Ya se mantendría la línea.

P. ¿En qué destacaba?

R. En el liderazgo, la colocación... No fui un portero espectacular, pero dirigía a mi equipo con esa fuerza que denota seguridad. Gritas "¡voy!" y vas con todo.

P. ¿Su talón de Aquiles?

R. El saque en largo. No tenía potencia para sacar de meta y siempre me gustó salir con la pelota dominada desde abajo. Me acostumbré a eso.

P. ¿A qué Mundial le tiene más cariño?

R. Al de Chile porque fui considerado, junto a Schrojf, el checoslovaco, el mejor portero.

P. ¿Qué futbolistas ilustres ha tenido enfrente?

R. Muchos. Muchos me metieron goles. Fontaine, Pelé, este... Masek, el delantero checo. Por su culpa yo tenía otro récord muy desagradable, el del gol más rápido, a los 15 segundos. Menos mal que Hakan Sukur lo batió en 2002.

P. ¿Qué selección le encandiló?

R. Brasil. En 1950 abrimos el Mundial contra ellos. También en Suiza 54 y en Chile 62... Tenía a Pelé hasta en la sopa.

P. Es el portero al que más goles le han metido: 25. A cinco por Mundial.

R. Rompimos el maleficio contra Checoslovaquia en Chile (3-1). Aquélla fue nuestra primera victoria. Pero no había tensión por no ganar. Lo que pasó... pasó. No me llamo perdedor. Me llamo ganador. Podían meterme goles, pero participaba en un Mundial más.

P. ¿Sigue tan supersticioso?

R. Debajo del jersey llevaba la misma camiseta. Siempre. Mi señora me la tenía que lavar con mucho cuidado porque de verde esmeralda pasó a verde mar, verde limón... ¡A todos los verdes! Pero es que me daba buena suerte. Como ir botando desde el vestuario hasta el centro del campo y de allí hasta la portería. Entonces daba cinco pataditas al poste derecho, cinco saltos al larguero, cinco pataditas al poste izquierdo y botaba un poquito más.

P. Usted no era un portero, era un canguro.

R. Era un ritual que me daba suerte. Lo hacía y... listo. Entonces gritaba: "¡A toda madre!" o "¡un desmadre!". "¡Que empiece el partido!".

P. Usted ha vivido como pocos la evolución del fútbol. No sólo de los Mundiales.

R. En 1950 tuvimos que pedir las camisetas al Gremio... ¡Jugamos un Mundial con una equipación prestada! Hoy llevan cinco equipaciones, dos doctores, un psicólogo, dos aguadores... Sólo falta que les bañen, les arropen y les acunen. Aunque lo de llevar la comida está bien.

P. ¿Y eso?

R. ¡En Suecia nos ponían pescado crudo! Nos atiborrábamos a pan y jamón.

P. En Inglaterra se come fatal, pero le homenajearon. En su último partido, en Wembley.

R. Empatamos a cero con Uruguay y di una vuelta al campo mientras me aplaudían. Todo Wembley en pie. ¿Qué mejor escaparate? ¿Qué mejor momento?

Carbajal rechaza un disparo en un México-EE UU.
Carbajal rechaza un disparo en un México-EE UU.CIFRA

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

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