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Merck compra en tres días el 13% de Schering en plena OPA de Bayer

La oferta pública de adquisición (OPA) del grupo químico Bayer sobre la farmacéutica berlinesa Schering por 16.500 millones de euros se está poniendo interesante gracias al imprevisto regreso a escena de Merck. Esta empresa familiar, con sede en Darmstadt, comenzó el jueves a comprar acciones de Schering y en tres días ha pasado del 5% al 18,6%, lo que desató una carrera por el control de ésta.

Merck intentó en marzo adquirir, por 77 euros por acción, la mayoría de los títulos de Schering. Tras un tira y afloja de casi dos semanas con la berlinesa, cuya presidencia rechazaba la operación, Bayer acudió finalmente al rescate con el beneplácito de Schering. La compañía de Leverkusen ofreció 86 euros y provocó la retirada de Merck, que consideró que no estaba justificado aumentar su oferta. Ahora parece haber cambiado de opinión.

Después de alargar dos semanas el plazo de la oferta, que termina este miércoles, Bayer había adquirido hasta ayer un 61,52% de Schering. El 20% restante es propiedad de fondos de alto riesgo (hedge funds). Bayer tiene el firme objetivo de alcanzar cuanto antes el 75%, porque si no peligraría la fusión de Schering con su división farmacéutica Health Care para crear la mayor farmacéutica de Alemania, Bayer Schering Pharma. Si consigue superar esa barrera antes del miércoles, el plazo se prolongará para que pueda aspirar al 95% y así expulsar al 5% restante por medio de una venta forzosa (squezze out).

Éste era el plan de Bayer hasta que Merck volvió a la acción el jueves, aumentando su participación de algo menos del 5% a más del 6%. Ayer tenía el 18,6%.

Aumenta la cotización

Bayer ha respondido comprando en el mercado sin esperar a que los accionistas acudan a la OPA, lo que aumentó la cotización de Schering hasta 86,25 euros el viernes.

Sobre el objetivo que persigue Merck con esta intromisión en la OPA de Bayer, no hay más que especulaciones. Bayer sostiene que la actuación de Merck "no es comprensible", mientras que ésta guarda silencio y sólo ha enviado una notificación al supervisor del mercado estadounidense (SEC). En ella decía que se quería asegurar para el caso de que la fusión entre Bayer y Schering fracasara.

Uno de los rumores es que Merck trata de sacar tajada obligando a Bayer a pagar un precio superior por su paquete de acciones. Sin embargo, los analistas coinciden en que una operación así no es propia de un inversor estratégico como Merck.

La opción más plausible es que Merck no haya abandonado la esperanza de hacerse con Schering y quiera hacer fracasar la OPA, posiblemente para repartirse después la empresa de Berlín con algún fabricante de maquinaria de diagnóstico interesado en adquirir la división de sustancias de contraste de Schering. La plantilla de Schering teme que una guerra por su adquisición dispare el precio y con ello el número de puestos de trabajo que se recorten, que Bayer ya cifraba en 6.000.

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