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El Teatre Lliure encarga una obra sobre el Barça

La próxima temporada se abrirá con un 'Otelo' de Carlota Subirós

Jacinto Antón

El Barça, que ha subido al séptimo cielo, subirá también a los escenarios. El Teatre Lliure ha encargado al dramaturgo David Plana una pieza teatral sobre el club de fútbol en el marco de su política de fomento de la nueva dramaturgia. La próxima temporada del Lliure arrancará en septiembre con un montaje de Otelo, de Shakespeare, dirigido por Carlota Subirós, con Pere Arquillué como el moro y Joan Carreras en el papel de Yago.

El director del Lliure, Àlex Rigola, que ofreció ayer un avance de la nueva programación del teatro, matizó que el encargo de la obra sobre el Barça -cuyo estreno se decidirá cuando esté escrita- estaba hecho "antes de que se ganara la Champions" y antes también de que Calixto Bieito incluyera en su montaje de Peer Gynt, de Ibsen, una insólita escena en la que se canta el himno del club. Además de la pieza sobre el FC Barcelona, el Lliure ha encargado otra, al autor Gerard Vázquez, sobre un tema no menos actual: las relaciones Cataluña-España.

El primer espectáculo de la temporada 2006-07 en la sala grande del Lliure (14 de septiembre al 15 de octubre) será ese Otello con el que la compañía del Lliure enrolada por Rigola empieza a trabajar con otros directores. A Desdémona la interpretará Alicia Pérez.

En la sala pequeña (Espai Lliure) regresará el gran éxito de la pasada temporada Un matrimoni de Boston (del 15 de septiembre al 19 de noviembre, las entradas se ponen ya hoy a la venta). Seguirán European house, la creación de Rigola sobre Hamlet estrenada en el festival Temporada Alta de Girona; Largo viaje hacia la noche, de O'Neill, montada por el mismo Rigola para el Teatro de la Abadía de Madrid; La metamorfosis, de Kafka, por La Fura dels Baus; una ópera de pequeño formato de Carles Santos (El fervor de la perseverància); el estreno de Mòbil, la nueva obra de Sergi Belbel, con dirección de Lluís Pasqual e interpretada por Anna Lizaran, Marta Marco y Rosa Novell (10 de enero), y un espectáculo de Xavier Albertí y Lluïsa Cunillé a partir de la zarzuela El dúo de la Africana.

Novell lee a Mendoza

Rosa Novell hará también una lectura dramatizada de Sin noticias de Gurb, de Eduardo Mendoza. Jordi Prat montará Una còpia de Caryl Churchill, con David Selva, y Cesc Gelabert, Mal Pelo y Marta Carrasco presentarán nuevas coreografías. Joan Ollé estrenará un doble montaje con La cantante calva, de Ionesco, seguida de La cantante calva en un McDonald's, de Cunillé.

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Rigola afirmó que hubiera querido hacer a Cunillé -de la que el Lliure tiene otro texto sobre las relaciones entre el primer y tercer mundo- dramaturga residente del teatro, pero no le ha parecido conveniente cuando a él le queda sólo un año como director (su contrato expira en marzo de 2007). Expresó su voluntad de renovar, pero recordó que eso depende del patronato del Lliure.

El Lliure será la primera compañía española que actúe -con Santa Joana dels Escorxadors, este agosto- en el célebre Berliner Ensemble, el teatro de Berlín tan vinculado a la memoria de Brecht. La compañía aterrizará la próxima temporada en el Español de Madrid con Ricard III, European House y Otel.lo.

En cuanto al organismo, de inminente creación, que ha de coordinar al Lliure y el Teatre Nacional de Catalunya (TNC), además de a otros teatros públicos que se vayan sumando, dijo que será una "mesa de coordinación", pero que es imposible que tenga una misma caja. Avanzó que la sede del responsable de ese organismo será variable y cambiará cada dos años. Para Rigola, Lliure y TNC serán siempre diferentes "y ésa es la gracia" y algo que "asegura la democracia cultural".

Rigola subrayó la necesidad que tiene el Lliure de un nuevo contrato programa -caducado el anterior- que establezca las subvenciones que ha de recibir el teatro y las obligaciones a que ello le compromete. "No sé por qué no lo tenemos aún, ha habido muy buena voluntad de las administraciones, nos han ayudado muchísimo, pero siempre hay un punto de triángulo de las Bermudas".

Preguntado acerca de si no es un escollo con las administraciones la fórmula jurídica del teatro, una fundación con patronos privados, dijo: "Si hay que buscar otra fórmula para que el Lliure funcione totalmente como teatro público, como la creación de un consorcio, que parece que es el camino, búsquese; pero es importantísimo que el el teatro siga teniendo detrás una representación de la ciudadanía, para evitar maquiavelismos políticos y para que no se precipiten decisiones por parte de personas que no tienen el conocimiento suficiente de la entidad". Y añadió: "Es normal que la Administración quiera tener el protagonismo total, pero hay que evitar precisamente que los espacios culturales se vuelvan banderas políticas". Rigola señaló que los patronos deben seguir teniendo la potestad de proponer el director del Lliure. Y reflexionó: "Me hace reír lo del Consejo de las Artes, porque una de las funciones de los patronos del Lliure, cuando se les designó, era precisamente ésa: gente que estaba por encima de los partidos políticos".

Gràcia, "innegociable"

El Lliure lanza un nuevo ciclo de tres semanas, denominado Radicals Lliures, para dar cabida a esos espectáculos cercanos a la performance "que no tienen ubicación en la ciudad excepto en el off-off", según Rigola, y menos ahora que el Mercat de les Flors se ha consagrado a la danza. Sergi Faustino y Amaranto forman parte del ciclo, que incluirá un showcase -el lenguaje cambia como los tiempos en el Lliure- para servir de plataforma a nuevas creaciones.

Rigola sugirió que el ciclo muestra por dónde podrían ir las cosas "el día que se reabra el Lliure de Gràcia". El director insistió en la necesidad que tiene el Lliure de ese teatro. "Necesitamos esa sala, es innegociable, no habrá cesión del Lliure de Gràcia", recalcó. El director dijo que en el momento en que se reabra el local histórico de Gràcia -"espero que en 2008"- la sala pequeña de Montjuïc, el actual Espai Lliure, se convertirá en sala de ensayos. El Lliure de Gràcia, recordó, se cerró "porque había peligro: el balcón soportaba un sobrepeso que producía grietas en la pared". Con la reforma se eliminará ese histórico balcón (el anfiteatro) y el teatro quedará en 250 localidades. "El Lliure de Gràcia está muy bien situado y es ideal para la nueva hornada de creación contemporánea", reflexionó Rigola, que recordó que otros teatros, como el Piccolo y la Volksbühne de Berlín, tienen dos salas separadas en diferentes puntos de la ciudad "y no pasa nada".

Rigola señaló que las cosas son ahora diferentes de como eran al concebirse el nuevo Lliure y eso obliga a replantear decisiones de entonces. "Si Fabià Puigserver viviera, vería que hoy hay otras necesidades y no haría un Lliure con más de 500 butacas".

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Sobre la firma

Jacinto Antón
Redactor de Cultura, colabora con la Cadena Ser y es autor de dos libros que reúnen sus crónicas. Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona y en Interpretación por el Institut del Teatre, trabajó en el Teatre Lliure. Primer Premio Nacional de Periodismo Cultural, protagonizó la serie de documentales de TVE 'El reportero de la historia'.

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