Llegan a Canarias 974 inmigrantes a bordo de 15 embarcaciones en sólo tres días
Desalojada completamente una comisaría de Tenerife para acomodar a los 'sin papeles'
Un total de 974 inmigrantes subsaharianos habían llegado a las costas de alguna de las siete islas canarias entre el viernes y la tarde de ayer, domingo, tantos en 70 horas como en todo un mes. El viernes alcanzaron la costa de Tenerife tres cayucos con 195 inmigrantes; el sábado, seis 6 de estas embarcaciones pesqueras mauritanas y senegalesas, con 456 personas, y ayer, domingo, cinco cayucos y dos pateras alcanzaron las costas de Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife y La Gomera, con un total de 323 hombres, mujeres y niños: 974 en menos de 70 horas.
El edificio completo de la comisaría de Playa de Las Américas (Arona, Tenerife) ha dedicado todas sus instalaciones para acomodar a estas personas de forma digna. Los comisarios provincial y del sur de la isla, Juan Antonio Gil y Luis Carrión, respectivamente, dieron instrucciones para que desde el garaje a los despachos, desde el gimnasio hasta los calabozos, todas las habitaciones se acondicionaran con materiales cedidos por la Cruz Roja, como colchonetas y mantas, para hacer más llevadera la espera hasta la primera declaración de estas personas en suelo español y su registro en una ficha.
Los inmigrantes pueden pasar un máximo de 72 horas en comisaría. Consciente de este hecho extraordinario, el juez de guardia en Arona ha ofrecido los calabozos en caso de que fuera necesario más espacio. El delegado del Gobierno, José Segura, confirmó que el campamento provisional de Las Raíces, con capacidad para 1.000 plazas, se abrirá de nuevo de forma extraordinaria, y señaló que "continuará como siempre" la derivación a sus países de origen y a ciudades peninsulares "de todo el que entre por este método a territorio español".
A las cinco de la mañana, llegaba la primera de las barcazas al puerto de Los Cristianos, una embarcación pesquera tradicional de Mauritania y Senegal, allí conocida como pirogues y en las islas como cayucos. La robustez de su madera, su dinámica especialmente diseñada para navegar a mar abierto y la pericia de sus patrones senegaleses permitió su llegada hasta el puerto canario con total normalidad, escoltada por Salvamento Marítimo y la Guardia Civil.
Solamente dos de sus ocupantes necesitaron ingresar en el hospital, uno con quemaduras producidas por combustible y salitre y otro con una fractura en la mano. Desde ese instante, la llegada de cayucos no cesó en el sur de Tenerife. Otro, a las nueve de la mañana, con 59 varones, y un tercero, esta vez de fibra de vidrio, a las cinco de la tarde, con 43, de los que 12 necesitaron más atención por deshidratación y dolor de cabeza.
Simultáneamente, una patera con 12 ocupantes alcanzaba el sur de la isla de Gran Canaria, otra con 37 el sur de la isla de Fuerteventura y un enorme cayuco de 23 metros de eslora y 105 personas, 10 de ellos menores, llegaba al puerto de San Sebastián de La Gomera. Tras atender a éstos últimos con ropa limpia y alimentos, la Delegación del Gobierno tuvo que embarcarlos de nuevo, esta vez en un ferry convencional, por problemas planteados esa tarde para tomarles declaración judicial.
El enorme cayuco llegó a La Gomera por Playa Santiago, casi en el mismo lugar donde hace tres semanas desembarcó otro grupo de subsaharianos. Al contrario que aquéllos, éstos bordearon el litoral hasta llegar a San Sebastián de La Gomera, y enfilaban hacia Tenerife cuando un buque de Salvamento Marítimo les obligó a entrar en el puerto gomero. El dispositivo de emergencias no contó ni con la colaboración del Ejército, cuyos mandos rechazaron el uso provisional de sus instalaciones, ni del Gobierno de Canarias, que se opuso a acogerlos en la residencia escolar. La directora insular del Gobierno, Pilar Hernández, habilitó un garaje, donde recibieron atención médica y alimentos hasta que por la tarde embarcaron rumbo a Tenerife.
Decenas de voluntarios
"Realmente estamos exhaustos tras este fin de semana", reconoció Fimia Ocampo, que, junto a Austin Taylor y Oswaldo Lemus, configuran la plantilla de tres profesionales al frente del equipo de respuesta inmediata en emergencias de la Cruz Roja, instalado de forma permanente en el sur de Tenerife. A este dispositivo acudieron "decenas de voluntarios" desde las distintas asambleas de la isla.
Fuentes de la Delegación del Gobierno en Canarias confirmaron que "había más que sospechas" de una llegada de estas características, por la información que llegaba desde Mauritania.
Distintos mensajes cruzados entre pescadores españoles que faenan en aquellas aguas y el buque hospital Esperanza del Mar indicaban advirtieron hace siete días de una salida importante de embarcaciones artesanales, posiblemente rumbo a Canarias. "El buen estado de la mar ha hecho el resto y ha contribuido a que estas personas llegaran este fin de semana sanas y salvas", dijeron desde la Delegación del Gobierno en Canarias.
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