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Los manifestantes increpan con gritos de "Fuera, fuera" a la alcaldesa

Toda la tensión acumulada durante el día la volcaron por la tarde contra el Ayuntamiento. Cientos de vecinos de San Fernando de Henares mostraron en la plaza de España su frustración y dolor por la muerte de Toñi. Con gritos de "Fuera, fuera", recibieron a la alcaldesa, Montserrat Muñoz (IU), que se acercó hasta donde estaban los manifestantes. "¿Qué les decís ahora a ese padre y a esas dos hijas?", preguntaban indignados los vecinos a Muñoz.

Preocupados por el creciente número de atracos en el barrio, varios comerciantes se habían reunido en dos ocasiones durante este año con los concejales de Seguridad, Eloy Rodríguez, y de Comercio, Cristina Gutiérrez, y con los jefes de la Policía Municipal. Según una mujer presente en estas entrevistas, los representantes del Ayuntamiento habían restado importancia a sus quejas.

Una manifestante contaba con lágrimas en los ojos que la propia Toñi había preguntado a los ediles si hacía falta que muriera alguien para que les hicieran caso. "¡Entonces nos decíais que estábamos creando alarma social!", acusaba esta mujer a la alcaldesa. Mientras recibía la lluvia de reproches, Muñoz, con gafas oscuras, cogía de la mano a las vecinas que se le acercaban y les explicaba que el Ayuntamiento reclamaba a la Delegación del Gobierno que pusiera los medios necesarios para detener a los asesinos de Toñi.

"Tenía que pasar algo así", era un comentario habitual entre los vecinos congregados, que denunciaban la pasividad policial. "Este barrio nuestro se ha quedado desamparado", se lamentaba un hombre.

"Indefensas, rabiosas..."

Un grupo de dependientas en locales cercanos al de Toñi buscaba palabras para definir su estado de ánimo: "Nos sentimos indefensas, enfadadas, rabiosas; no sé...".

Además de una mayor presencia policial, la mayor parte de los congregados reclamaban que los delincuentes cumplieran sus condenas. "Cómo no van a robar, si los detienen un día y salen al siguiente", comentaba una joven.

Raquel, una chica que solía comprar en la joyería, contaba que en los últimos meses Toñi había sufrido varios atracos. "Y ella no ofrecía resistencia, que no quería meterse en problemas", aseguraba un hombre que decía ser íntimo de la fallecida. Raquel aseguraba que los "críos" que robaron la joyería hace mes y medio amenazaron a Toñi con matarla la próxima vez. Según una amiga de la joyera asesinada, en los últimos días le había asegurado que tenía miedo de quedarse sola en la tienda cuando anochecía.

En numerosos corrillos se oían comentarios en contra de los inmigrantes, a los que muchos vecinos culpaban de la mayor parte de los crímenes de San Fernando. "Me dan ganas de coger un palo y arrearlos a todos", decía un hombre. Fuentes del Ayuntamiento aseguraron que, según los datos de la Delegación del Gobierno, el número de crímenes cometidos en el Corredor del Henares ha descendido en los últimos tiempos.

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