Simancas augura que Madrid no quedará "como reserva espiritual del aznarismo"

Rafael Simancas, secretario general del PSOE madrileño, no deja pasar un día sin demostrar que ya ha puesto la velocidad de crucero para la campaña electoral. Ayer, en un mitin en el Palacio de Vistalegre, Simancas auguró que en 2007 Madrid dejará de ser "la última trinchera de las políticas del rencor, la confrontación y las mentiras, de la sotana rancia, el ladrillo especulativo y la insolidaridad". En definitiva, Madrid no quedará "como reserva espiritual de la derecha más extrema, del aznarismo". Trinidad Jiménez, portavoz socialista en el Ayuntamiento, optó por la crítica con sorna al alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón: "Ha creado un nuevo ecologismo urbano. Quita árboles y planta parquímetros".

Rafael Simancas y Trinidad Jiménez, líderes de la oposición en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento, aprovecharon ayer el mejor escenario posible para lanzar sus mensajes de cara a una larguísima precampaña: el Palacio de Vistalegre, lleno a rebosar. Al mitin, en el que participó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y que tuvo entre el público a la dirección del PSOE y el Gobierno casi en pleno, acudió gente de toda España, pero sobre todo madrileños. Y a ellos iban dirigidos los ánimos de Simancas.

"Os propongo un trato. Si Pepe Blanco [secretario de organización del PSOE] retrasa a junio de 2007 el acto de celebración del tercer aniversario del Gobierno socialista, yo os prometo recibiros como presidente de la Comunidad de Madrid", dijo entre aplausos entusiastas.

Después de haber saboreado en mayo de 2003 una victoria que le arrebataron en el último minuto dos tránsfugas, Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, los socialistas madrileños tienen muchas ganas de acabar con el dominio del PP en Madrid. "Incluso en Galicia, Emilio [Pérez Touriño], habéis jubilado a los caimanes", recordó Simancas en referencia a Manuel Fraga, sin disimular su envidia. "Ahora toca a Madrid", concluyó.

Para Simancas, no es posible que en Madrid vuelva a ganar las elecciones la popular Esperanza Aguirre. "Esta comunidad no se resigna, quiere estar a la cabeza, a la vanguardia de la política del bienestar, a la vanguardia de las políticas de cambio en España", dijo.Y añadió una crítica a Aguirre que repite insistentemente: "En la última Conferencia de Presidentes, primero amagó con no ir. Cuando se enteró de que había fondos sanitarios a repartir dijo aquello de 'a caballo regalado no le mires el diente'. Después se quedó con el diente y con todo el caballo. Pero en Madrid no hemos visto todavía un sólo euro. ¿Dónde están los 500 millones de euros que el Gobierno de España ha puesto a disposición de la mejora del servicio público? ¿Dónde está ese dinero, Esperanza? No me cansaré de repetirlo".

Rumores

José Blanco había citado, al presentarla, a Trinidad Jiménez, pero de una manera que no disipaba del todo los rumores que apuntan a que no será la candidata socialista en el Ayuntamiento: "Y por supuesto, Rafa y Trini, el año que viene haremos doblete aquí, en Madrid", dijo Blanco. Jiménez, que presentó a Simancas como "el próximo presidente de la Comunidad de Madrid", recogió el guante y habló como si los rumores no existieran. Aseguró que aprovechará el llamado espíritu de Vistalegre, que es algo así como el entusiasmo socialista para derrotar al PP, para conseguir "el cambio que los madrileños están esperando".

En tono jocoso, el que usa con más frecuencia, incorporó un comentario de las obras de la M-30. El acceso más directo al barrio de Carabanchel desde la Puerta de Toledo estaba ayer cortado, y el caos de los autobuses que traían a militantes socialistas fue notable. "Tiene mérito que hayáis llegado a este mitin a la hora. Porque Madrid es la ciudad más cortada de toda Europa", afirmó Jiménez. Ahí aprovechó para lanzar su pulla contra Gallardón. "El alcalde tiene una gran afición a cortar las calles, el tráfico y las aceras, pero también a cortar los árboles. Ha creado un nuevo ecologismo urbano: corta árboles y planta parquímetros", sentenció con una gran sonrisa.

Jiménez, sin embargo, no dedicó la mayor parte de su intervención a hablar de política madrileña, sino a glosar los logros del Gobierno de Rodríguez Zapatero en política social y de derechos civiles, con una mención expresa al matrimonio de homosexuales y a la posibilidad que ella ha tenido, como concejal, de casar a gente "con quien quiere y como quiere".