El PSOE denuncia un aumento de las zonas de la capital en las que se hace 'botellón'

El consumo de alcohol en la vía pública, más conocido por botellón, sigue generando muchos problemas para miles de madrileños. Eso es al menos lo que denuncia el portavoz adjunto del PSOE en el Ayuntamiento, Óscar Iglesias, que ha criticado la pasividad del equipo de gobierno municipal para atajar un fenómeno que "se le ha ido de las manos". La capital tenía 127 zonas en las que se practicaba el botellón a finales de 2005, frente a las 75 que había en enero de ese mismo año, según datos de la Policía Municipal. Los responsables de este cuerpo replican que el consumo ha bajado "muchísimo" y que los jóvenes no causan problemas graves a los vecinos gracias a los dispositivos de vigilancia.

El portavoz socialista denuncia que en la capital se ha producido un desplazamiento de las zonas de botellón, "ante la pasividad de las autoridades políticas y policiales". Iglesias hace un estudio de diferentes distritos que dan muestra de los problemas a los que se enfrentan los vecinos.

"Los datos del distrito de Centro sorprenden si tenemos en cuenta que es una zona baluarte para el ocio nocturno madrileño y foco de atracción para el botellón. No es razonable que sólo suponga el 3,7% de las actuaciones totales de la Policía Municipal en operaciones contra el consumo de alcohol en la vía pública [1.036 intervenciones en 2005]", según critica Iglesias.

El concejal socialista destaca que Chamberí es la zona en la que más han aumentado las actuaciones policiales (un 270%), al pasar de 412 intervenciones en 2004 a 1.527 en 2005. "No se puede entender que este distrito no tenga ningún punto de vigilancia fijo por parte de la policía, cuando hay barrios enteros de ese distrito que sufren todos los fines de semana muchos problemas", añade Iglesias.

Otros distritos en los que se ha registrado un aumento de las intervenciones policiales están en el sur y el este de la capital. Sobresalen Barajas, con un incremento del 215%; Usera (157%), Moratalaz (84%), Vicálvaro (63%) y Latina (50%). "Los distritos situados en la zona norte y en la almendra central, algunas de cuyas zonas concentran la población con mayor nivel de renta, han experimentado en 2005 significativos descensos en las actuaciones policiales", resume Iglesias.

Más inspecciones

El PSOE propone, para acabar con este fenómeno del botellón, aumentar las inspecciones y las sanciones a aquellas empresas y personas que venden alcohol a menores, en establecimientos no autorizados y mediante la venta ambulante. Además, deberían de hacerse campañas masivas sobre los riesgos del consumo de alcohol y habilitar espacios y actividades en los que los jóvenes puedan desarrollar un ocio alternativo. "También hay que establecer medidas eficaces en los lugares donde se ocasionan más perjuicios a los vecinos", concluye el portavoz adjunto del PSOE.

El inspector jefe de la Policía Municipal, José Luis Morcillo, rechaza las acusaciones del PSOE de que hayan aumentado las zonas de consumo de alcohol en las calles de Madrid: "El botellón causaba muchos problemas hace unos años, debido a las grandes concentraciones de jóvenes que había en algunos puntos de la ciudad. Todo eso ha acabado. Ahora, como mucho, se van a lugares alejados de los edificios, donde no molestan". Morcillo reconoce que acabar con el consumo de alcohol en la vía pública resulta difícil, pero asegura que la Policía Municipal ha hecho un enorme esfuerzo en horas de trabajo y en movilización de sus efectivos para acabar con ese problema.

"El vecino también está mucho más sensibilizado con este problema. Cuando ve a un grupo de gente, por muy pequeño que sea, bebiendo en la calle, nos llama para que lo disolvamos. A veces no podemos, porque no están consumiendo alcohol", resalta el inspector jefe. Éste asegura, además, que la Policía Municipal mantiene una estrecha vigilancia de los locales que abren hasta la medianoche para evitar que puedan vender bebidas alcohólicas a menores o fuera del horario establecido por la conocida como ley antibotellón. "Otro problema es que no podemos intervenir en determinadas zonas, porque no son de nuestra competencia", recuerda Morcillo.