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Adrien Brody, de la alfombra roja al albero

El actor comienza el rodaje de 'Manolete' tras vivir varias semanas con dos toreros

Enfundado en un traje de luces de color fucsia y manoletinas, el oscarizado actor Adrien Brody (Nueva York; de 32 años) dibuja con asombrosa facilidad el gesto serio de perenne tristeza que parecía embargar a cada instante a Manuel Rodríguez Sánchez, Manolete. Los cronistas de la época relataron que ese semblante a medio camino entre la preocupación y la nostalgia absorbía el rostro del torero cordobés en los instantes previos a recibir en la plaza de Linares la fatal cornada que le mató en 1947. Fue Islero, un miura con unos pitones escalofriantes, similares a los que ha visto Brody en fincas de Andalucía y Extremadura.

La tarde del pasado viernes comenzó en Madrid el rodaje de las escenas menos comprometidas de la película sobre la vida del matador de toros más legendario de la reciente historia de España. No obstante, para Adrien Brody, la película comenzó mucho antes. Todo en la vida del actor de Queens ha variado sobremanera en las últimas semanas. Para encarnar este papel, Brody ha vivido como lo hace un torero en compañía de Cayetano Rivera Ordóñez y, en ocasiones puntuales, también con Juan Antonio Ruiz, Espartaco. Con ellos ha conocido cómo piensa, siente y anda un torero. Ha estudiado con mucho celo los movimientos y secretos de la lidia hasta el punto de admirarla, según confiesan quienes han seguido su aprendizaje.

Brody ha encontrado en Cayetano un confidente especial con el que ha compaginado de inmediato. Les ha ayudado, sin duda, la edad similar de ambos y que Rivera Ordóñez domina perfectamente el inglés y estudió Producción Televisiva en California. En el cuartel general en el que se asentaron actor y novillero, ambos han compartido madrugones, una dura preparación física, tentaderos a diario y largos viajes por carretera entre fincas y ganaderías. El regalo con el que le recibió Cayetano -perteneciente a una gran dinastía torera- a Brody en una finca en la provincia de Cádiz fue una declaración de intenciones: unos botos camperos para recorrer las dehesas. Enseguida, el actor comulgó con su maestro y, por ende, con el papel que interpretará. Adrien sabe vestirse de luces y de traje corto. Ha sido testigo del ritual del torero previo a la faena, la ceremonia de los amuletos, la adrenalina desbordada entre el coraje y la valentía para salir al ruedo a desafiar al destino, a matar y no morir. De todo eso se ha empapado el actor, que aprendió partituras de Chopin para interpretar su papel en El pianista, que le valió ser el más joven en lograr el Oscar a mejor actor.

Cayetano y Espartaco le han instruido en el movimiento y el arte del capote y la muleta, y cómo coger la espada para matar. Adrien ha toreado los cuernos de un carretón y ha pisado el albero de la plaza de toros de El Puerto de Santa María, donde presumiblemente se rodará el desenlace fatal del mítico diestro. Con todo, en las escenas de riesgo le doblará posiblemente el novillero sevillano Agustín de Espartinas. En las próximas 12 semanas, Brody representará a Manolete, cuando ya convertido en una gran figura nacional, conoce y se enamora de la temperamental actriz Lupe Sino, que encarnará Penélope Cruz. Completan el reparto Juan Echanove, en el papel de Pepe Camará, apoderado del torero; Santiago Segura, como su chófer y mozo de espadas; José Linuesa, como el aristócrata Enrique de Ahumada, y Ann Mitchell, en el papel de doña Angustias, su madre. Un equipo dirigido por el holandés Menno Meyjes.-

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