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Reportaje:Fútbol | 31ª jornada de Liga

"La expulsión nos alteró"

Rijkaard cree que el Barça se precipitó al verse en ventaja numérica, pero destaca las ocasiones - López Caro dice que no hay un equipo que con tantas dificultades trabaje como el suyo

El clásico no alterará seguramente el desenlace de la Liga, pero dejará secuelas en el líder, al que le aguardan cuatro días en el diván hasta que reciba el miércoles al Benfica, en la Champions, el torneo por el que suspira desde hace 14 años. Considerado, estadística en mano, como el equipo más ofensivo de Europa, el Barça sólo ha sido capaz en los tres últimos partidos de marcar un gol, el de anoche, de penalti. Hace ocho días, en Málaga, se quedó a cero y el martes exhibió una miopía absoluta en Lisboa, donde desperdició diez ocasiones claras. Y ayer hizo un tratado de impotencia ante Casillas. El nulo poder realizador dejó aprensión en el Barça y supuso una indudable inyección de moral para el Madrid, revolcado en el turno del Bernabéu y que ayer empató con un rehabilitado Ronaldo con uno menos.

"Ahora hay que mantener la cabeza tranquila y seguir trabajando. Sólo dependemos de nosotros mismos para ser campeones. Si hubiéramos marcado algún gol, todo el mundo diría que hemos jugado bien", dijo un desencantado Ronaldinho, con cara de circunstancias camino de la ducha y consciente de que, más que el empate, la alarma se ha desatado en el Barça ante la falta de gol. El brasileño estrelló en la barrera cinco lanzamientos de falta, Larsson se mostró incapaz ante Casillas y Eto'o, por primera vez en mucho tiempo, se quedó sin golear a su ex equipo.

El técnico azulgrana, Frank Rijkaard, avisó el viernes de que no le inquietaba esta repentina sequía porque el equipo creaba ocasiones y ayer reiteró su impresión. "¿Preocupado? No; tengo mucha confianza, Con algo de suerte, habríamos podido ganar porque hemos hecho muchas ocasiones. No llegamos ni aquí ni en Lisboa, pero el destino dice que nos quedan por jugar muchos partidos importantes. Si trabajamos como hoy, el mejor momento llegará porque a final de temporada hay mucho que ganar". Y, en un canto al optimismo, apostilló: "Es verdad que sólo hemos marcado un gol de penalti, pero también que hemos creado el mismo número de ocasiones que en el resto de los partidos y hay que estar felices por ello".

Siempre discreto, el holandés sorprendió ayer al hacer un particular análisis del partido. Dijo que la expulsión de Roberto Carlos desestabilizó al Barça: "Eso, a veces, pasa. Cuando un equipo juega bien, una expulsión te altera. El Madrid ha estado muy compacto atrás y nos hemos precipitado en busca de la victoria". "No estamos contentos con el empate, pero estamos en el camino", abundó el entrenador.

"La Liga no está sentenciada, pero es un paso más. Estamos a buen nivel. Sólo falta que la pelota entre", añadió Oleguer. "Algunos días todo va dentro, pero hoy no", dijo Larsson. Van Bommel fue sincero: vio la imagen del penalti por televisión y no se atrevió a asegurar que lo fuera: "Hubo contacto, pero el árbitro decide".

La distancia parece insalvable: el delantero sueco, en un mensaje tranquilizador, recordó que el Barça aventaja en 11 puntos al Madrid, más el goal average, cuando quedan 21 por disputar.

"De poco sirve el punto", confesó Ronaldo, que marcó un golazo que se cobró una lesión muscular de Motta; "pero estoy muy contento por el gol. Hemos sacado el orgullo y la cara. El resultado es justo. Hemos peleado y creado ocasiones en un campo gigantesco".

Pese a todo, Juan Ramón López Caro, el entrenador madridista, se resistió a arrojar la toalla. "Los resultados siempre son justos, pero hay factores determinantes. Hay que felicitar a nuestros jugadores porque no hay equipo en el mundo que, con tantas dificultades, trabaje como lo ha hecho hoy el nuestro", piropeó a los suyos. Y analizó: "Los futbolistas han demostrado que el colectivo funciona a la perfección. El Barça ha dominado la posesión del balón y nosotros el orden defensivo". Un tanto esquivo se mostró cuando se le preguntó por el episodio que costó la expulsión a Roberto Carlos. "No pienso entrar a valorar la decisión del árbitro. Habrá visto que lo que le ha dicho Roberto era una falta muy grave", se limitó a decir López Caro, algo resignado ante el futuro de la Liga: "Siempre digo que, mientras haya puntos, tenemos el deber de seguir luchando. Lo que sí está claro es que está complicado por el nivel de juego del Barcelona".

"Me voy con una sensación agridulce. Hemos podido ganar, pero nos hemos quedado con un empate. Hemos tenido que hacer un esfuerzo complementario por la expulsión de Roberto Carlos. Hay que saber por qué se ha producido", dijo Fernando Martín, tras debutar como presidente del Madrid en un clásico; "el equipo lo ha dado todo y estoy muy orgulloso. La Liga está difícil, pero no hay que descartar nada".

Joan Laporta, su homólogo del Barça, instó a la afición azulgrana a tener la moral alta: "Vamos avanzando hacia el título y hay que tener ánimos. ¿Las ocasiones falladas? Más tarde o más temprano, entrarán". El Benfica tiene también otro tipo de problemas en su delantera: Nuno Gomes se lesionó y es dudoso para el miércoles.

Ronaldinho consuela a Roberto Carlos, expulsado.
Ronaldinho consuela a Roberto Carlos, expulsado.REUTERS

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