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"Nuestro deber es ser ambiciosos"

López Caro dice que el Madrid "aún tiene cierta posibilidad de pillar" al Barça, que le saca 13 puntos

Jordi Quixano

El partido de anoche poco tuvo que ver con el de hace poco más de un mes, cuando el Zaragoza endosó seis goles al Madrid en la semifinal de la Copa. Pero el rostro de Juan Ramón López Caro, el técnico madridista, era semejante. Si varió en algo, si ganó una pincelada de felicidad, fue porque Ronaldo aprovechó un balón muerto en el área para lograr el empate en última instancia y, de paso, difuminar momentáneamente los rumores sobre su destitución. Quizá temeroso de ello, López Caro defendió la actuación de su equipo a ultranza. En el Zaragoza, sin embargo, reinaba la resignación y la impotencia.

"Se ha visto a dos equipos con gran organización en el aspecto colectivo", dijo López Caro. Y sentenció: "En vista de lo competido que ha sido el encuentro, el resultado me parece justo".

César: "Tenía muy claro que iba a agarrar esa pelota. Pero se me escapó y fue a parar al peor jugador posible"

Víctor Muñoz, su homólogo del Zaragoza, recogió el testigo y le contradijo rotundamente. "Nos vamos tristes y dolidos porque mis jugadores han realizado un gran esfuerzo y un gran partido. Creo que hemos dispuesto de más ocasiones, que hemos jugado mejor y que, en resumidas cuentas, hemos superado al Madrid", argumentó.

Pero César, el portero del Zaragoza cometió un grave error. "Tenía muy claro que iba a agarrar esa pelota, pero he salido y no la he podido coger. Se me ha escapado de las manos y ha ido a parar al peor jugador posible", se lamentó. Fue a parar a las botas de Ronaldo, que acertó a realizar un quiebro de cintura y a alojarla en el fondo de las mallas en el último suspiro. Generelo salió en defensa de César: "En otras ocasiones nos ha salvado de muchos puntos. Son cosas del fútbol. Creo que hemos sido muy superiores, pero el Madrid se va con un punto". Y Víctor Muñoz apostilló: "Hemos cometido un error que Ronaldo ha aprovechado de forma espectacular. Ha sido un mazazo porque se nos han escapado dos puntos que ya estábamos saboreando todos".

El encuentro fue de alto voltaje y las patadas de ambos equipos, en ocasiones, rozaron la ilegalidad. López Caro tampoco entendió que existieran acciones de ese tipo: "Ha sido un partido muy competido", reflexionó antes de matizar: "La agresividad bien entendida es muy importante en este juego y es normal que exista entre dos equipos que han sido muy competitivos sobre el campo".

Pero Víctor Muñoz volvió a la carga: "Mejía ha dado un claro empujón a Ewerthon al final y el árbitro no ha querido sacarle la segunda tarjeta amarilla". El zaguero madridista eludió la pregunta hablando sobre el encuentro: "Hemos llegado varias veces al marco de César y, al final, hemos acabado marcando". Pero a Mejía se le escaparon las intenciones del Madrid de ahora en adelante: "El punto que hemos conseguido es importante para luchar por el segundo puesto con el Valencia". Lo cierto es que ahora lo ocupa ya Osasuna.

Ronaldo, el protagonista del gol y del partido, sí que hizo autocrítica: "Debemos ganar ya porque llevamos cuatro partidos sin conseguir una victoria". Aunque matizó: "El Barça está jugando muy bien, pero la Liga no se acaba hasta la última jornada".

También se pronunció López Caro al respecto: "El Barça está a 13 puntos. Pero nuestro deber es ser ambiciosos y desplegar el mejor juego posible". Y susurró: "El conjunto azulgrana está realizando un buen juego y logra victorias, pero aún tenemos cierta posibilidad de pillarlo".

El Zaragoza, a pesar de estar en la final de la Copa contra el Espanyol, tampoco se olvida de la Copa de la UEFA. "Hay que seguir trabajando así. Quedan muchos partidos y debemos ir paso a paso. Lo primero es ganar el próximo domingo en el campo del Racing", concluyó Víctor Muñoz.

Anoche, el presidente del Zaragoza, Alfonso Solans, bajó al vestuario antes del partido para animar a sus jugadores. Y se marcharon del estadio con el gesto compungido pero satisfecho. Anoche, López Caro espoleó a su equipo con palabras. Pero apenas uno se marchó contento. Alguno, eso sí, se paró y esbozó una sonrisa ante el griterío de la muchachada femenina.

Mejía y Casillas se lamentan tras el tanto de Diego Milito.
Mejía y Casillas se lamentan tras el tanto de Diego Milito.REUTERS

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