"Espero que los demás aparezcan"

Maxi, la fiera, sigue sin recuperarse. No está en la lista que ayer dio el técnico del Atlético, Pepe Murcia, para recibir hoy al Sevilla (Autonómicas, 22.00). Maxi, que lleva seis tantos en la Liga, se lesionó poco antes del derby contra el Madrid en el Bernabéu. El club rojiblanco perdió. Su baja coincidió con la de Ibagaza, ya recuperado y que ayer rubricó la ampliación de su contrato hasta 2008 con opción a otra campaña más.

Entonces, visto el bajón de juego del conjunto de Murcia, todo el mundo señaló la baja del pequeño argentino como la clave del asunto. El Atlético se había quedado sin su brújula. Pero nada se decía de Maxi. Bueno, nada desde fuera del equipo. Porque el vestuario sí lamenta con mayúsculas la desaparición de Maxi. Su ausencia coincide con los peores momentos de juego de la entidad madrileña. El argentino, fijo para Pekerman en la selección albiceleste, parece ausente en el campo. Emerge a ráfagas. Pero su aportación convierte al Atlético en un equipo imprevisible. Y mediatiza a las defensas rivales.

Ayer, otra vez, el protagonista fue Ibagaza, quien, además de firmar, comentó a los periodistas que está "comprometido" con el club y comentó que se encuentra "bien", aunque mandó un mensaje a sus compañeros: "Espero que ellos también estén en buena forma porque es un momento muy importante para la entidad". El Atlético está a tres puntos de los puestos europeos. Un asunto importante en los despachos. Y no sólo por los ingresos, cifrados en unos seis millones de euros, sino por ese intangible llamado prestigio. Miguel Ángel Gil, el consejero delegado, cree que no podrá sostener mucho más tiempo al equipo si no recupera un cierto protagonismo deportivo.

La falta de prestigio del conjunto madrileño, en ocasiones, ha facilitado algunas faltas de respeto por parte de los rivales. Por ejemplo, del presidente del Sevilla, José María del Nido. El directivo comentó tras un Atlético-Valencia que a los futbolistas rojiblancos se les podía "poner la camiseta del Lleida sin que se notase la diferencia". El Lleida se sintió ofendido. También el Atlético, que entre los miembros de su plantilla cuenta con un jugador especialmente memorioso para los agravios: Fernando Torres. El delantero, máximo goleador de la segunda vuelta, ya ha marcado diez tantos. "Sería importante llegar de una vez a Europa", ha comentado el capitán rojiblanco. Su propio técnico ha calificado, por primera vez desde que ocupa el cargo, de "fundamental" un encuentro liguero, el de hoy ante el Sevilla: "Si ganamos tenemos muchas posibilidades de conseguir el objetivo". Pero el Atlético no está en su mejor momento de juego. Desde la baja de Maxi ha perdido la brújula. Aunque los resultados siguen siendo razonablemente buenos.

Unos momentos malos de juego que no empañan los números de Murcia. Desde que el Atlético ascendió de Segunda, en 2002, no tenía mejores números que los de esta temporada. Con Aragonés tenía 39 puntos. Con Gregorio Manzano, al curso siguiente, 41. Con César Ferrando, el pasado campeonato, 42. Los mismos que con Murcia, pero habiendo marcado 32 goles por 39 esta temporada. Con el mérito añadido de que las cifras cuando se marchó Bianchi, hace 10 jornadas, dibujaban uno de los peores Atléticos de toda su historia.