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La desaladora del Baix Llobregat dará agua potable en enero de 2009

La obra sale a concurso con un presupuesto de 238 millones de euros

Las obras de la desaladora del Baix Llobregat empezarán a principios de 2007 con el fin de que justo dos años más tarde, en enero de 2009, la instalación pueda abastecer al área metropolitana de agua potable procedente del mar. El Departamento de Medio Ambiente convocó ayer el concurso público para adjudicar su construcción. Con un presupuesto de 238 millones de euros, será la mayor desaladora de Europa.

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El 75% del coste de la instalación se financiará a través de los Fondos de Cohesión de la Unión Europea. El resto lo pagará Aguas Ter-Llobregat (ATLL), empresa pública que gestionará la planta y que recuperará la inversión con la venta del agua que obtenga a las compañías suministradoras. El titular de Medio Ambiente, Salvador Milà, hizo hincapié en que la Generalitat gestionará todo el proyecto, incluidos los fondos europeos, avanzándose a la potestad que otorgará el Estatut.

La desaladora, que se instalará al lado de la depuradora de El Prat, con la que compartirá las instalaciones para expulsar los residuos mar adentro, podrá tratar 60 hectómetros cúbicos de agua al año, el 20% de la cantidad que se suministra en la conurbación metropolitana.

La nueva desaladora captará el agua utilizando dos métodos: por una parte, mediante la toma en mar abierto a través de un emisario submarino de 3.000 metros, y por otra, con drenajes horizontales que se instalarán sobre el fondo. Una vez trasladada a la planta, se le aplicarán reactivos y se someterá a procesos de desinfección, decantación y filtración para separar la salmuera (agua con alta concentración de sal). Posteriormente, con el sistema de ósmosis inversa se obtendrá un 40% de agua dulce aprovechable para el consumo. El 60% restante se devolverá al mar junto con las salmueras. Una estación de bombeo conducirá el agua apta hasta el depósito de la Fontsanta por unos conductos de 11,5 kilómetros de longitud.

Milà aseguró que la desaladora garantizará los recursos hídricos y también la obtención de "agua de gran calidad, equivalente a la embotellada". Otro beneficio paralelo será evitar la sobreexplotación del Ter.

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Para convertir un metro cúbico de agua salada en agua potable de calidad serán necesarios tres kilovatios de energía, lo que en opinión del gerente de ATLL, Antoni Sala, empieza a ser "competitivo", ya que "hace unos años se requerían 20". No obstante, reconoció que la potencia de 35 megavatios necesaria para hacer funcionar la instalación es el 30% superior a la que se requeriría en un hipotético traslado del recurso hídrico desde otro emplazamiento. El coste monetario se calcula que será de 0,35 a 0,40 euros el metro cúbico, cuando actualmente el precio de la obtención y el tratamiento que realiza ATLL es de 0,25. Los consumidores pagarán una cantidad media, al margen del origen del agua.

Las obras de la desaladora se adjudicarán en diciembre. Según Medio Ambiente, "hay gran expectación" entre las empresas dedicadas a esta actividad, por lo que se espera que se presenten siete u ocho ofertas.

Riego agrícola

La Agencia Catalana del Agua (ACA) anunció que se están invirtiendo 150.000 euros en un plan para incrementar la eficacia del uso del agua para riego agrícola, teniendo en cuenta que los cultivos de regadío se incrementarán del 27% al 47% de la superficie agrícola total en los próximos años. El objetivo del plan será mejorar la productividad de los cultivos con el mismo o inferior consumo. El director de la ACA, Jaume Solà, señaló que este verano "no habrá que sufrir el fantasma de la restricción" de agua.

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