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Bargalló recupera para Esquerra el control de las relaciones exteriores de la Generalitat

El Gobierno reduce las competencias de la secretaria de asuntos extranjeros, Margarida Obiols

Miquel Noguer

Dos años después de la traumática salida del Gobierno de Josep Lluís Carod Rovira, Esquerra Republicana recuperará el control sobre las relaciones exteriores de la Generalitat, una competencia que le fue arrebatada al trascender la reunión en Perpiñán del entonces conseller en cap con los dirigentes de la banda terrorista ETA. Ayer, el Gobierno aprobó el decreto que, bajo el pretexto de coordinar las relaciones internacionales de la Generalitat, dejará de nuevo en manos del actual primer consejero, Josep Bargalló, la coordinación de esta área política.

En virtud del decreto aprobado ayer, Josep Bargalló coordinará el conjunto de las relaciones exteriores del Ejecutivo catalán excepto los aspectos que impliquen directamente al presidente de la Generalitat. Las gestiones en este ámbito seguirán en manos de Margarida Obiols, secretaria de Relaciones Internacionales y persona de la máxima confianza de Pasqual Maragall, que verá reducidas sus funciones. El decreto llega medio año después de que el propio Josep Bargalló admitiera en sede parlamentaria la existencia de "un cierto desbarajuste" en esta área, "heredado del anterior Gobierno [de CiU]".

Con estas palabras Bargalló hacía referencia a la existencia, por ejemplo, de 38 oficinas del Copca que promueven la internacionalización de las empresas catalanas, una red que no siempre trabaja coordinadamente con las oficinas del Cidem, dedicadas a atraer inversión extranjera en Cataluña. A ello se añaden otras oficinas y organismos con presencia internacional dependientes de Cultura o Presidencia. Josep Bargalló tendrá ahora la difícil papeleta de coordinar el trabajo de estas oficinas y organismos que a menudo se han disputado la representación de la Generalitat en el extranjero.

El consejero portavoz, Joaquim Nadal, también avanzó ayer tras el Consell Executiu de la Generalitat que se creará un grupo de seguimiento de la acción exterior del Gobierno. En éste participarán, además del primer consejero, la secretaria de Relaciones Exteriores, Margarida Obiols; el secretario de Cooperación Exterior, Albert Royo, y los secretarios generales de Presidencia y de Comercio.

Por otra parte, el Consell Executiu también aprobó ayer destinar 56,9 millones de euros a la solidaridad y la cooperación internacional, un presupuesto que representa el 0,36% de los tributos propios de la Generalitat y que se ha incrementado el 38% respecto al del pasado año. Esta cifra, sin embargo, todavía queda lejos del compromiso adquirido por el Gobierno catalán hace dos años, que le obligaría a destinar en 2007 el 0,7% de los tributos propios a la cooperación. El propio presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, ya advirtió veladamente la semana pasada de que difícilmente se alcanzará este objetivo. Anunció que el Gobierno catalán pretende acabar esta legislatura habiendo llegado al 0,5% de los tributos propios, que, según Maragall, "es una cifra ya muy próxima al 0,7%".

En cualquier caso, las inversiones de este año reforzarán las tres líneas de cooperación dibujadas por el actual Gobierno: acciones de desarrollo, ayuda humanitaria general y de emergencia, y educación.

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Geográficamente, las actuaciones se desarrollarán en las cuatro zonas prioritarias para el Ejecutivo de Pasqual Maragall: Mediterráneo (20%), África Subsahariana (25%), América Central y Caribe (25%), y América del Sur (25%).

Además, la Agencia de Cooperación al Desarrollo abrirá tres oficinas, una en Nicaragua, otra en Ecuador y una tercera en Marruecos. También enviará colaboradores a la Agencia Española de Cooperación Internacional.

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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