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Reportaje:BALONMANO | Campeonato de Europa

La revolución Pastor

El ex seleccionador García Cuesta explica cómo el equipo español está "creando escuela"

El impacto de la victoria de la selección española de balonmano en el Campeonato del Mundo de Túnez, hace un año, persiste en el de Europa, en Suiza. No sólo porque disputará hoy una de las semifinales, ante Dinamarca, lo que demuestra que su forma sigue siendo buena, sino porque el sistema de Juan Carlos Pastor, técnico del Valladolid y del equipo nacional, es sorprendente y tremendamente innovador. "Por eso es tan importante que España gane este torneo", advierte Javier García Cuesta, ex seleccionador y ahora director de la federación española; "otro título consecutivo confirmaría que sus planteamientos son válidos y marcarían una nueva tendencia".

Ajeno a la revolución que está produciendo, Pastor se mantiene prudente: "¿Que ellos dicen que tienen el 70% de posibilidades de ganarnos?", se planteó cuando alguien le dijo que su homólogo danés, Ulrik Wilbek, había hecho esa evaluación; "en cambio, nosotros pensamos que será un partido complicado y difícil. Pero el cuadro está en progresión".

"Lo importante es que la defensa hace más cosas contra el balón que contra el atacante"
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A Pastor no le preocupa si sus métodos crean o no tendencia. Pero García Cuesta, reconocido internacionalmente por su trabajo al frente de España, Estados Unidos, Portugal o Egipto, cree que, si logra de nuevo el oro, habrá muchos aspectos del juego español que se aplicarán en otros conjuntos. "Muchos preparadores me preguntan cuestiones tácticas sobre nuestra selección", explica, aunque le cuesta hablar por no restar protagonismo a Pastor; "lo que más sorprende son las innovaciones defensivas".

Históricamente, España se distinguió por la solidez de su defensa, básicamente en 6-0. Pero ahora el concepto de Pastor de marcar la agresión, pero no realizarla si no es necesaria, obliga a los rivales a replantearse sus ataques. "Hay algunos aspectos muy claros en los esquemas de Pastor. La defensa es muy ambigua: el atacante no puede llevar la iniciativa porque nunca sabe qué jugador le va a marcar. Salen indistintamente", analiza García Cuesta; "pero, más incluso que eso, lo importante es que la defensa hace más cosas contra el balón que contra el atacante. Tradicionalmente, se esperaba que el balón llegara al jugador para presionarle y provocar su pérdida. Ahora, no. Pastor busca atajar antes el balón, conseguir que no llegue al jugador, cerrar todas las líneas de pase, anticiparse con una defensa en tensión..."

La desorientación del atacante suele aumentar cuando se encuentra con un defensor que da la impresión de que va a agredirle y que le obliga a buscar una línea de pase porque le cierra el lanzamiento. "Sin embargo", matiza García Cuesta, "cuando está a punto de dar el pase, el lanzador comprueba que el defensor ha recuperado su posición. Para rectificar y acabar tirando hay que ser un gran jugador. Pocos saben hacerlo. Y de esa forma se sufren muchas menos exclusiones. Sólo hay que recordar que España fue campeona en Túnez, con el mejor fairplay". "Para implantar esta defensa", continúa, "hace falta un nivel muy alto de concentración. No permite errores. El problema es que, cuando un adversario entra en los ocho metros, ya no valen las disuasiones. Entonces alguien debe tocarle y pararle. Todo eso, combinado con los grandes porteros que tenemos, sigue ofreciendo un resultado excelente".

En el ataque, la aportación de Pastor es tal vez algo menos relevante, pero igual de efectiva. "Utiliza mucho el dos contra dos, que crea una ventaja y da la posibilidad de dar tres o cuatro pases más para abrir la defensa. Croacia ya trabajó con un sistema similar en Portugal aprovechando la calidad de su central, Balic. Pastor ha creado nuevas combinaciones muy eficaces. En Túnez, la aportación de Chema Rodríguez fue interesante. Aquí le conocen más y se han buscado también otros recursos", comenta García Cuesta. Todo eso es posible gracias a la calidad de la plantilla, una de las mejores.

Se está haciendo escuela, sin duda, y la brutalidad desciende. "En Eslovenia [la competición anterior] se vieron agresiones inhumanas", recuerda García Cuesta; "la federación internacional quieren cortarlas. Con el método de Pastor hay menos violencia, menos golpes, menos faltas. Los 20 primeros minutos de España contra Francia fueron un ejemplo de cómo defenderse. ¡Y no hubo ni una exclusión!".

"Lo que hoy buscaremos contra Dinamarca es recuperar aquella defensa y mantener nuestra eficacia en el ataque", concluye Pastor.

Juan Carlos Pastor reclama vista a sus jugadores.
Juan Carlos Pastor reclama vista a sus jugadores.ASSOCIATED PRESS

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