_
_
_
_
_
Reportaje:TENIS | Open de Australia

Hingis arrebata un 'set' a Clijsters, la 'número uno', y Federer sufre

La historia de Martina Hingis deberá ser revisada. Retirada hace tres temporadas por culpa de unas lesiones en los tobillos que parecían insuperables, la tenista suiza de origen eslovaco ha vuelto al circuito profesional y ayer demostró que su juego no ha pasado de moda. Perdió ante la belga Kim Clijsters en los cuartos de final del Open de Australia por 3-6, 6-2 y 4-6. Pero arrebatar una manga a quien el próximo lunes ocupará el liderato mundial tras un parón tan largo no es ninguna tontería.

"Teniendo en cuenta que mi intención inicial era sólo disputar el torneo de dobles, el resultado no está nada mal", comentó Hingis, que parece haber recuperado toda la ilusión por este deporte que perdió cuando se vio forzada a la retirada. "Puedo sentirme orgullosa. He demostrado que puedo mejorar mucho y estar de nuevo en la élite. Y eso es una realidad muy importante para mí", concluyó la ex número uno, ahora ya con 25 años.

Más información
Federer vence a Kiefer y disputará a Baghdatis la final del Abierto de Australia

Sus conclusiones fueron corroboradas también por Clijsters, de 22 años, que sentenció: "Definitivamente, Martina pega a la bola mucho más duro que cuando me enfrenté a ella antes de su marcha. Cuando vaya cogiendo el ritmo de la competición y ganando partidos, mejorará de forma sustancial. Creo que es capaz de volver a estar entre las primeras de la clasificación mundial". Clijsters se enfrentará a la francesa Amelie Mauresmo en una semifinal. En la otra jugarán la rusa Maria Sharapova y la también belga Justine Henin.

En el cuadro masculino, el suizo Roger Federer afrontó ante el ruso Nicolay Davydenko sus primeros problemas serios. El número uno perdió la segunda manga y tuvo que salvar seis bolas de set en la tercera antes de adjudicarse la victoria por 6-4, 3-6, 7-6 (9-7) y 7-6 (7-5) en 73 minutos.

"Que nadie se sorprenda si vuelvo a tener problemas contra [el alemán Nicolas] Kiefer", reconoció Federer, que lleva 50 victorias seguidas en pistas duras abiertas; "no es que mi nivel haya bajado, sino que los adversarios son cada día más difíciles". Federer se enfrentará a Kiefer en una de las semifinales y en la otra el argentino David Nalbandián, el último que le ha ganado, encarará al chipriota Marcos Baghdatis, la revelación, vencedor del croata Ivan Ljubicic.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_