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Reportaje:

Cinco años sin Ernest Lluch

El mundo académico catalán rinde homenaje al ex ministro de Sanidad asesinado por ETA

Más de un centenar de personas se reunieron ayer por la noche en el Institut d'Estudis Catalans (IEC) para rendir homenaje a Ernest Lluch, ex ministro de Sanidad del Gobierno de Felipe González que fue asesinado por ETA en noviembre de 2000. Cinco años después de la trágica muerte de Lluch, la fundación que lleva su nombre ha organizado una serie de actividades cuya finalidad no sólo es homenajear a este hombre polifacético, sino también proyectar hacia el futuro la huella que dejó su obra.

Varias personalidades del mundo académico catalán, como Fabián Estapé, Josep Maria Carreras, Carmina Virgili, Salvador Giner, Jordi Nadal y Tomàs de Montagut, además del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, recordaron la dedicación de Lluch a la docencia universitaria, su compromiso político y su extenso e inteso trabajo de investigación. "El hombre que nunca dormía", como lo calificaron algunos de los catedráticos.

La intervención de Estapé, presidente de la Fundación y profesor de Lluch, fue especilamente emotiva. Sin guión e improvisando, relató en un tono alegre las múltiples aventuras que vivió al lado de su discípulo y amigo. "En el fondo, los maestros sólo se pueden juzgar por sus discípulos", concluyó.

Maragall intervino en último lugar. En la recta final de la tormenta estatutaria, el presidente alabó el trabajo historiográfico del ex ministro, especializado en el siglo XVIII. Lluch quiso dar una visión distinta de la Ilustración y soñó con una España federal, pública y abierta al diálogo. Maragall reivindicó el retorno al pactismo y la necesidad de revisar las leyes para que se acomoden a la realidad, en alusión a la reforma del Estatuto. El presidente se refirió a Lluch como "un intelectual de raza que se atrevió a pensar" y alabó la actualidad de las tesis históricas y económicas del político asesinado.

Pasqual Maragall y Salvador Giner, presidente del IEC, a la izquierda, ríen en un momento de la intervención de Fabián Estapé.
Pasqual Maragall y Salvador Giner, presidente del IEC, a la izquierda, ríen en un momento de la intervención de Fabián Estapé.JOAN SÁNCHEZ
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