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La Concertación chilena vive sus primeras disputas tras la victoria

Jorge Marirrodriga

Cuando la presidenta electa de Chile, Michelle Bachelet, todavía se encuentra sumida en una apretada agenda -dividida entre la recepción a personalidades del Estado y la conformación del nuevo Ejecutivo-, ya han aparecido las primeras señales de división en la Concertación, la coalición que gobierna Chile desde hace 16 años y que ha llevado a la candidata socialista a la victoria en las elecciones del pasado domingo. Soledad Alvear, la democristiana que fuera rival de Bachelet en las primarias de la concertación, ha anunciado tres días después de los comicios su intención de hacerse con las riendas de la Democracia Cristiana (DC), enfrentándose a los actuales dirigentes de uno de los principales socios de la coalición.

Aunque Bachelet ha insistido en que el reparto de carteras en el nuevo Gobierno es prerrogativa exclusiva de ella, los dirigentes de los cuatro partidos que forman la Concertación (Partido Socialista, DC, Partido por la Democracia y el Partido Radical Socialdemócrata) están utilizando todos los resortes a su alcance para obtener las mejores cuotas de poder posible. Ante los reiterados elogios de los dirigentes socialistas al actual líder de la DC, Adolfo Zaldívar, Alvear, quien fuera ministra de Exteriores con el presidente Ricardo Lagos y quedara relegada durante la campaña electoral por los jefes de campaña de Bachelet, ha lanzado su candidatura a las elecciones a la junta directiva, que se celebrarán el próximo 30 de abril.

Descontento democristiano

Alvear lidera allí a la llamada disidencia, que considera que aunque la Concertación haya vuelto a vencer, el resultado global para la DC es malo. A un presidente socialista, Lagos, le sustituye otra socialista, Bachelet, y mientras, la DC ha visto cómo ha perdido más de la mitad de sus senadores -de 14 escaños a seis-, y también ha decrecido su número en la Cámara de Diputados (de 22 en 2002 a los actuales 21). Además, la DC fue apartada de la jefatura de la campaña electoral durante la primera vuelta, copada por socialistas y sólo en la segunda vuelta -tras un resultado muy por debajo de lo que indicaban las primeras encuestas para Bachelet- se colocó entre los responsables de la campaña a dirigentes democristianos.

Algunos diputados de la DC, como Jorge Pizarro, han dado su respaldo a Alvear y recordado a Bachelet que aunque es ella quien debe elegir a sus ministros, "es evidente que necesita el respaldo de la DC". Sin embargo, otros destacados militantes como el ex presidente Eduardo Frei han criticado el momento elegido por Alvear, quien informó a la presidenta electa de que iba a hacer pública su decisión con escasa antelación, y luego se marchó al centro de Santiago para repartir flores a los transeúntes, a quienes agradeció su apoyo.

Por otra parte, un artefacto de escasa potencia explotó ayer a varias manzanas del palacio de la Moneda, hiriendo de pronóstico reservado a un empleado de la limpieza, según informó la policía.

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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