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Dos atentados suicidas dejan más de 100 muertos y casi 250 heridos en Irak

Siete soldados estadounidenses fallecen en emboscadas de la insurgencia en Bagdad y Nayaf

Dos atentados suicidas, uno en la ciudad santa chií de Kerbala y otro en un centro de reclutamiento de la policía en la localidad suní de Ramadi, causaron ayer más de 100 muertos en la segunda jornada consecutiva de violencia en Irak, en la que también fallecieron siete soldados estadounidenses. La escalada de violencia se produce después de tres semanas de relativa calma tras las elecciones legislativas del 15 de diciembre y coincide con las negociaciones de los diferentes partidos para formar un Gobierno de unidad nacional.

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Unas 240 personas han muerto y 280 han resultado heridas en los primeros días del año en lo que representa una de las más sangrientas ofensivas de la insurgencia desde la invasión del país, en marzo de 2003, informa la agencia Reuters. Ramadi, la capital de la provincia de Al Anbar, es uno de los feudos de la insurgencia, mientras que Kerbala, situada al sur de Bagdad, es junto a Nayaf la principal ciudad santa chií, que alberga la tumba del imán Husein.

Los dos atentados se producen un día después de que el presidente de EE UU, George W. Bush, asegurase que podría producirse una reducción de tropas a lo largo del año 2006 y hablara de los "progresos políticos y de seguridad" en Irak.

Informaciones provenientes de los hospitales de Ramadi aseguran que más de 60 personas murieron y 105 han resultado heridas en el atentado, mientras que en Kerbala el número de fallecidos se eleva hasta los 50, y el de heridos, hasta 138. La jornada del miércoles, durante la que se produjeron numerosos ataques, el peor de ellos contra un funeral chií en una ciudad al norte de Bagdad, se saldó con la muerte de más de 50 personas.

El coronel Razzak al Tae, jefe de la policía de Kerbala, relató que el ataque tuvo lugar junto al mausoleo de Husein, uno de los lugares santos de los chiíes, en torno a las diez de la mañana, cuando se había congregado una importante multitud en los alrededores. La zona está llena de vendedores y comerciantes, que se mezclan con los peregrinos que acuden al santuario del nieto de Mahoma, fallecido en la batalla de Kerbala en el 680.

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El coronel señaló que el terrorista suicida portaba un cinturón cargado de explosivos y metralla que hizo estallar en medio de la multitud. La responsabilidad de la seguridad en las ciudades santas de Nayaf y Kerbala, que han sido el objetivo de numerosos atentados de la insurgencia, mayoritariamente suní, está a cargo de un comité religioso.

"Es una guerra contra los chiíes", aseguró Rida Jauad al Takia, un responsable del partido chií religioso Consejo Supremo para la Revolución Islámica en Irak. "Aparentemente, para los terroristas, ninguna mujer o niño chií tiene derecho a la vida. Estamos realmente asustados. Parece que quieren una guerra civil", agregó Al Takia.

Un comunicado militar estadounidense aseguró que el objetivo del atentado suicida de Ramadi, una de las ciudades más violentas de Irak que ha llegado a estar controlada por los insurgentes, eran unos 1.000 reclutas que guardaban cola para presentarse a la policía iraquí. El suicida también portaba un cinturón con explosivos. Las víctimas respondían a una convocatoria de cuatro días para reclutar efectivos para un nuevo contingente de la policía iraquí, creado para la provincia de Al Anbar, al oeste de Irak, uno de los feudos de los insurgentes. Durante los tres primeros días, unos 600 candidatos fueron aceptados. Después de que los servicios de emergencia retirasen los restos humanos, la fila de reclutas volvió a formarse.

Bomba en Nayaf

La muerte de siete soldados elevó ayer a 2.189, según la agencia Reuters, el número de militares estadounidenses muertos en Irak desde la invasión. Cinco murieron cuando una bomba explotó al paso del convoy en el que viajaban en Bagdad, mientras que otros dos fallecieron en un ataque similar en Nayaf. En Bagdad estallaron además tres coches bomba, que causaron tres muertos, mientras que en Baquba fue atacado el convoy en el que viajaba un alto oficial de los servicios de inteligencia, que resultó herido.

Las dos masacres se producen cuando los principales líderes políticos iraquíes se encuentran inmersos en las negociaciones para formar gobierno, una vez que los resultados definitivos de las elecciones legislativas del 15 de diciembre sean hechos públicos, seguramente a finales de mes. Los primeros datos han dado la victoria a los partidos religiosos chiíes. "Estos grupos del terror oscuro no lograrán su cobarde objetivo de disuadir a los iraquíes de apoyar un Gobierno de unidad nacional", afirmó el presidente de Irak, el kurdo Jalal Talabani.

Familiares y amigos de una de las víctimas del atentado de Kerbala lloran junto a los restos del fallecido.
Familiares y amigos de una de las víctimas del atentado de Kerbala lloran junto a los restos del fallecido.EFE

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