El PP pide al Gobierno que no vote las cuentas vascas porque ayudan a familiares de ETA

La moral, las víctimas del terrorismo, la historia en su defensa por parte de socialistas y populares centró ayer, pasadas las diez de la noche, el debate entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, en una muy tardía sesión de control al Gobierno. Tras las seis horas de debate sobre el último Consejo Europeo, Zapatero contestó al portavoz de ERC, Joan Puigcercós: "Tengo el convencimiento de que va a haber Estatuto mejorando el autogobierno" de Cataluña. Ese intercambio dialéctico con Puigcercós fue el más amable de la noche, pues con Gaspar Llamazares, portavoz de IU, Zapatero discrepó de que haya "pruebas" de vuelos ilegales de la CIA en España.

Mariano Rajoy transformó su pregunta en petición: "Le pido que no apoyen los presupuestos vascos si hay una partida de apoyo a los familiares de los presos de ETA". José Luis Rodríguez Zapatero contestó que "el PSE ha votado en contra de esa partida presupuestaria". Así lo hizo el martes, al respaldar una enmienda del PP vasco para que se suprimiera la partida de 204.00 euros de ayudas a los familiares de los etarras. El presidente añadió que el PSE fracasó en su intento de que ese dinero quedara fuera de las cuentas públicas del País Vasco para 2006. Pero que, pese a todo, apoyará el presupuesto vasco porque eso garantiza la estabilidad en Euskadi. Zapatero mantuvo que el respaldo del PSE es mejor que tener unos presupuestos prorrogados o apoyados por "otro grupo", en referencia implícita al Partido Comunista de las Tierras Vascas.

Rajoy replicó que es muy "significativo" que Zapatero dé prioridad a la estabilidad presupuestaria del Gobierno vasco a "algo que es mucho más importante y que afecta a las familias de las víctimas de ETA". Ese "algo", según Rajoy, es la "moral" y la "trayectoria del PSOE y el PP" en la lucha contra el terrorismo.

Zapatero, muy airado, replicó que quería hacer una "defensa" del PSE por dos motivos: porque "la trayectoria de los socialistas vascos en la defensa de las víctimas es histórica" y porque "los miembros del PSE trabajan con el PNV por la estabilidad" en el País Vasco.

Sobre este asunto volvió después Ángel Acebes, secretario general del PP, en su pregunta a la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega. Acebes mantuvo que "la vergüenza de votar los presupuestos vascos" es uno de las facturas que paga el PSOE por la firma del Pacto del Tinell. Se refería al último punto del acuerdo de Gobierno catalán por el que los firmantes se comprometen a no llegar a ningún pacto con el PP ni en el Congreso, ni en el Senado, ni el en Parlamento catalán, ni en el parlamento Europeo. La vicepresidenta le contestó que "es imposible mantener compromisos no suscritos", pues ese pacto lo firmó el PSC y no el Gobierno.

Antes del choque frontal entre Rajoy y Zapatero a cuenta de la partida de apoyo a los familiares de los presos etarras, el jefe del Ejecutivo mantuvo un sosegado intercambio de pareceres con el portavoz de ERC, Joan Puigcercós. Éste le dijo que la financiación de Cataluña no puede quedar sólo definida en la nueva LOFCA (Ley de Financiación de las Comunidades Autónomas).

Puigcercós le dijo que el nuevo modelo de financiación de Cataluña no puede quedar al albur de "los vaivenes electorales", es decir, de que una futura mayoría del PP modifique la LOFCA y la financiación que ahora logre Cataluña. El presidente le contestó que él está "decidido" a que haya un acuerdo y a que sea bueno para Cataluña y su autogobierno. Y que esa nueva financiación estará recogida "en el Estatuto y en la LOFCA".

La tercera pregunta al presidente fue planteada por Gaspar Llamazares: "¿Qué tipo de investigación piensa hacer el Gobierno para aclarar el uso de los aviones de la 'tortura' de la CIA en nuestro país?".

Zapatero le contestó que "no ha tenido ningún indicio de vuelos de cualquier aeronave de Estados Unidos". Por tanto, le dijo que no tenía "ningún indicio de actuaciones delictivas". Eso sí, apostilló que "el Gobierno denunciaría cualquier actuación" ilegal, si tuviera pruebas.

Llamazares replicó que si no pruebas, al menos hay "indicios". Es más, según el líder de IU, la secretaria de Estado de EE UU, "Condoleezza Rice, ha tratado de convertir una lucha ilegítima contra el terrorismo en una guerra fría". Según Llamazares, "lo peor es el silencio de los Gobiernos europeos", entre los que incluyó al Ejecutivo español. Por eso, pidió a Zapatero "que rechace esa connivencia e investigue a fondo". El presidente dijo que "ni ha habido connivencia ni va a haberla". Avisó de que éste es "un tema muy sensible, muy serio. Este Gobierno no hará ninguna denuncia sin pruebas".