Discrepancias en Hamás sobre la tregua con Israel
Es muy extraño que los líderes de Hamás discrepen en público. Y más que un portavoz de la disciplinada organización fundamentalista salga a la palestra para rebatir lo manifestado por uno de sus dirigentes más carismáticos.
Pero ayer sucedió. Jaled Meshal, jefe de Hamás en el exilio, declaró ayer en un mitin en Damasco, capital de Siria: "No hay espacio para la tregua [con Israel]. He dicho a la Autoridad Palestina que asistimos a una paralización política. Lo digo bien alto: no firmaremos un nuevo alto el fuego. Nuestra gente se está preparando para una nueva etapa del conflicto".
Muy poco después, Mushir al Masri rebatía desde la ciudad de Gaza a Meshal. "Hamás confirma que el periodo de calma sigue en vigor. Éste es un consenso nacional y la posición final y definitiva de Hamás".
Elecciones legislativas
Desde el pasado febrero, con la atención dirigida a la evacuación de Gaza, completada en septiembre, la organización islamista mantiene la tregua a la que se comprometió con el presidente palestino, Mahmud Abbas. Una vez concluida la retirada de la franja de Gaza, Hamás no ha quebrado el alto el fuego. Se presenta por primera vez, desde su fundación como movimiento político en 1987, a unas elecciones legislativas el próximo 25 de enero, con serias opciones de conseguir resultados más que satisfactorios. No es de su interés remover el avispero en esta coyuntura.
Desde que el pasado 26 de octubre Yihad Islámica perpetrara un atentado suicida en la ciudad mediterránea de Hadera y matara a seis civiles, las represalias israelíes han sido contundentes en Gaza. Pero siempre limitadas a jefes militares de Yihad Islámica y de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa.
Hamás ha reiterado que después de los comicios evaluará de nuevo la situación. Mientras, se contiene. A pesar de que cientos de sus dirigentes políticos han sido detenidos en Cisjordania para impedir su participación en la arena electoral.
