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AUTOMOVILISMO | Rally Catalunya-Costa Daurada

Sordo, el heredero de Carlos Sainz

El piloto cántabro, protegido del madrileño, virtual campeón del mundo de categoría júnior

Oriol Puigdemont

Daniel Sordo Castillo (1983) se convertirá esta tarde, si no media una hecatombe, en el nuevo campeón del mundo júnior de rallies. "Me han mandado un mensaje al coche y me han dicho que Wilks estaba parado", explicó Sordo en la última asistencia de la segunda etapa del Rally Catalunya-Costa Daurada. El piloto británico de Suzuki, el único con remotas opciones de arrebatarle el título, se salió en el primer tramo de ayer y le dejó el título en bandeja al piloto cántabro.

Además de liderar la clasificación general del Mundial junior con 8 puntos de ventaja respecto al Suzuki Swift de Wilks, Sordo lidera el Rally Catalunya en su categoría. Con el título virtualmente en el bolsillo, Sordo relevará esta tarde a P. G. Andersson como futuro heredero al trono que actualmente defiende con tanta autoridad como maestría el bicampeón del mundo, el francés Sebastien Loeb.

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Pirrado por los coches cuando aún no levantaba medio metro del suelo, Dani Sordo creció viendo competir a su padre en muchos rallies nacionales. Los juguetes móviles, ya fueran coches, excavadoras o tractores era lo único que despertaba el interés del niño. En casa de los Sordo la gasolina se respiraba todo el día. Helena y Daniel, sus padres, propietarios del Karting La Roca, en Quijas (Cantabria), le sentaron en un kart a muy temprana edad. Cumplidos los doce, el pequeño Dani tomó parte en carreras locales para, sólo dos años más tarde, proclamarse campeón regional de karting. A base de meterse en un terreno sin asfaltar, el joven se familiarizó con la conducción sobre tierra, a costa de destrozar los coches de desguace que le llegaban a sus aún inexpertas manos.

A pesar de no ser mayor de edad y gracias a la mediación de la Federación Española, el cántabro comenzó a disputar carreras en circuitos cerrados con un viejo BMW de su padre para, con 16 años, coronarse campeón de Montaña de Cantabria portando un Alpina. Ya con el carnet de conducir, Dani logró su primer triunfo en el rally de Torrelavega de 2001 (Mitsubishi), con 19 años, lo que le facilitó su participación en algunas pruebas nacionales. Los elevados costes que demandaba la competición no permitían a sus padres apoyarle económicamente. Carlos Sainz y el Real Automóvil Club de Catalunya (RACC) salieron entonces a escena. Ni corto ni perezoso, Sordo fue a buscar al ex campeón del mundo para que valorara su destreza al volante, y Sainz quedó prendado del chico, que pasó a ser el protegido del bicampeón mundial. "Carlos me ayuda mucho fuera del coche, es muy importante para mí, me ayuda con los patrocinadores, pero en el coche vamos Marc (Martí) y yo solos", recuerda el joven.

Con veinte años, Sordo entró en el programa que, gracias al RACC y a Repsol, le permitieron correr cuatro carreras del pasado Mundial, a los mandos de un Mitsubishi Lancer del Grupo N. En Córcega, la tercera prueba, acabó segundo en la clasificación final. Sainz se ha volcado en aconsejar al piloto, al punto que, las veces que coincidieron ambos en alguna prueba, el piloto madrileño contactó con Sordo en múltiples ocasiones para advertirle de las dificultades de los tramos que él ya había superado. El Matador fue clave también al insistir en que Marc Martí, ex copiloto del madrileño, ejerciera el mismo papel junto a Sordo. Además del Mundial júnior, el piloto de Torrelavega también se ha proclamado campeón de España. En el Mundial, Sordo ha exhibido una regularidad impropia de un piloto de sólo 22 años, y se ha impuesto en Cerdeña, Finlandia y Alemania.

Frío como un témpano a los mandos de un bólido, Sordo lleva más de dos años sin sufrir un accidente en carrera, y su metódico comportamiento evoca más al de un piloto nórdico que al de uno latino. De carácter afable y dicharachero, Sordo tuvo ciertas dificultades con los idiomas a principios de año, lo que le llevó a entablar una amistosa relación con su compañero en el equipo Cronos, el británico Chris Meeke, uno de sus más duros rivales para el título. Residente en Belfast, Sordo pasó una semana en casa de su rival y amigo para progresar con su inglés y, a mediados de septiembre, le invitó a la suya, que aún comparte en Cantabria con sus padres, para devolverle la gentileza, cuando el título aún estaba en disputa.

"Dedico el título a todo el mundo, a todos", proclamó ayer Sordo, consciente de que sólo un desastre (deberían abandonar una decena de pilotos júnior y vencer Wilks, que está a más de 20 minutos de Sordo). "El año que viene me gustaría correr con un coche, a poder ser cuatro por cuatro, y que corra un poco más", advierte Sordo. Subaru va detrás de la perla cántabra para 2006 debido a que su actual marca, Citröen, no volverá al Mundial hasta 2007, cuando podría recuperarle para ponerle a los mandos del C4 World Rally Car con el que a trabaja la marca.

Dani Sordo saluda desde su coche tras la carrera de ayer.
Dani Sordo saluda desde su coche tras la carrera de ayer.REUTERS

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