_
_
_
_
_

El G-20 se compromete a actuar contra la escalada del petróleo

China lanza duras críticas contra las medidas proteccionistas

Los ministros de Finanzas y banqueros centrales del grupo del G-20 se comprometieron ayer en Xianghe (China) a adoptar todas las políticas necesarias para combatir la escalada del precio del petróleo. El encarecimiento del crudo amenaza con disparar la inflación y pone en peligro el crecimiento de la economía mundial, advirtió el grupo. El presidente chino, Hu Jintao, inauguró la reunión del G-20 criticando el proteccionismo.

El precio del petróleo, que ha subido un 48% desde comienzos de año, y el riesgo inflacionario global preocupan al G-20. "Nos preocupa que la volatilidad y persistencia de los altos precios del crudo puedan incrementar las presiones inflacionistas, provoquen una desaceleración del crecimiento e inestabilidad en la economía global", afirma el grupo en un borrador del comunicado final que tienen previsto difundir hoy en Xianghe, a 52 kilómetros de Pekín.

"A pesar del satisfactorio crecimiento global, hay riesgos de detención del crecimiento debido al alza del petróleo", señaló Rodrigo Rato, director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), en conferencia de prensa tras el primer día de reunión del G-20, a la que también asistió. Este grupo está compuesto por Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Corea del Sur, Rusia, Arabia Saudí, Suráfrica, Turquía, Reino Unido, EE UU y la presidencia de la UE.

Rato recomendó que los países productores (Arabia Saudí y Rusia, entre otros) incrementen su inversión en nuevas instalaciones, mientras que los consumidores (EE UU y China) tomen medidas para aumentar la capacidad de sus refinerías y reduzcan el consumo. El director del FMI, en un ataque directo a China, criticó las medidas de subsidio que algunos países están adoptando en lugar de incrementar el precio de los derivados. "Deben reconsiderar su política", sentenció Rato, que se reunió entre otros con el gobernador del Banco central chino, Zhou Xiaochuan. "El nivel actual de precios se va a mantener", vaticinó. Al encuentro también asistieron el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, y el del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet.

Las difíciles negociaciones para avanzar en la liberalización del comercio mundial también centran el encuentro. Los 148 países de la Organización Mundial del Comercio (OMC) esperan concluir en Hong Kong en diciembre la ronda de negociaciones sobre comercio iniciada en Doha en 2001 y que se encuentra estancada debido, principalmente, a la falta de acuerdos en agricultura.

Liberalización del comercio

A su llegada a Pekín para asistir a la reunión, Gordon Brown, ministro de Finanzas de Reino Unido (presidencia actual de la UE), señaló que su país y Estados Unidos seguirán intentando un avance en el diálogo de Doha. "Está claro que la UE y Estados Unidos tienen que unirse para llegar a un acuerdo en agricultura que desencalle el diálogo, y creo que esto será una parte importante de la reunión", señaló Brown al referirse al desencuentro en materia agrícola y de servicios entre países ricos y pobres.

Paul Wolfowitz, presidente del Banco Mundial, anticipó mediante un comunicado de prensa que la reunión del G-20 será crucial para la de la OMC en Hong Kong. La ronda de Doha significa una "oportunidad histórica para transformar las vidas de 1.100 millones de personas que viven en la pobreza", añadió. Las soluciones que se barajan consisten en reducir los subsidios agrícolas en los países desarrollados y que éstos faciliten el acceso a los productos de los países pobres reduciendo aranceles.

En su discurso inaugural de la reunión, el presidente chino, Hu Jintao, instó ayer a las "mayores economías" del mundo a que reestructuren sus economías, mantengan sus divisas estables y a prevenir el proteccionismo. Las medidas proteccionistas tomadas tanto por Estados Unidos como por la UE ante la avalancha de textiles baratos chinos tras el fin de las cuotas internacionales el 1 de enero puede ser el inicio de una guerra comercial contra China por parte de las economías más desarrolladas.

Greenspan (izquierda), con su homólogo chino, Zhou Xiaochuan.
Greenspan (izquierda), con su homólogo chino, Zhou Xiaochuan.REUTERS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_