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La Generalitat quiere impulsar el turismo familiar en la costa catalana

La Generalitat quiere impulsar el turismo familiar en localidades de la costa catalana. La mayor parte de los visitantes que llegan a Cataluña son familias y por eso ha empezado a potenciar una etiqueta exclusiva para destinos de turismo familiar (DTF). Esta marca distingue a las poblaciones que ofrecen recursos y servicios de calidad especializados para recibir familias, sobre todo pensando en la seguridad y el ocio de los más pequeños, y en el descanso de los mayores.

Uno de los municipios que gozan de esta etiqueta es Santa Susanna (Maresme), una población de costa de poco más de 2.600 habitantes cuya actividad económica principal es el turismo. Esta localidad, a diferencia de otros municipios próximos, no responde al esquema de turismo muy joven que pasa el día en la playa y por la noche va a la discoteca. "Siempre hemos recibido a muchas familias, sobre todo por la propia estructura de la población, ya que no tenemos tantas salas de ocio como Lloret o Calella. Es algo que hemos controlado mucho", señala Joan Campolier (CiU), alcalde de Santa Susanna y presidente de la Fundación de Turismo de la localidad.

Potenciar servicios

Para conseguir la certificación que los distingue como DTF, los municipios deben cumplir unas condiciones que marca la Generalitat y, además de hacer esfuerzos para adecuar los espacios públicos del municipio, también deben implicar a compañías que pertenezcan a los ramos del alojamiento, la restauración y la alimentación, y a empresas de oferta complementaria. "Queremos potenciar los servicios de los hoteles, como pueden ser el servicio de canguro o el entretenimiento, para poder subir el listón", afirmó Campolier. Por ejemplo, en Santa Susanna el pasado verano se ha inaugurado el Mini Beach Club, un espacio ubicado en la playa al que los niños acuden vigilados por los animadores de su hotel y en el que pueden realizar diversas actividades. Esto facilita la tranquilidad de los padres, que pueden descansar y saben que sus hijos están vigilados, y la diversión de los más pequeños.

Pero no sólo de ocio viven los niños, de modo que para recibir la certificación se deben cumplir requisitos de otro tipo, como puede ser la existencia de tronas, cunas, menús infantiles, protectores para los enchufes, pulseras identificativas, servicio de canguro y un largo etcétera de requisitos que cada año se controlan mediante una auditoria.

Santa Susanna no es el único municipio del Maresme que pertenece a la marca y la vecina población de Calella ha estrenado este año la certificación. Además, Salou (Costa Dorada) también la posee y están a la espera de que se la concedan Cambrils y Calafell (Costa Dorada), Pineda y Malgrat de Mar (Maresme), Palamós, Tossa de Mar y Blanes (Costa Brava).

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