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El supervisor investiga un posible fraude bursátil en Volkswagen por información privilegiada

El órgano supervisor alemán de los mercados financieros (BaFin) investigará el aumento de precio que las acciones de Volkswagen experimentaron la semana pasada en la Bolsa de Francfort. Las alzas, de hasta el 5%, se debieron a rumores de que algún inversor tenía previsto desembarcar a lo grande en Volkswagen. Se manejó el nombre del estadounidense Kirk Kerkorian, accionista de DaimlerChrysler. Pero el fin de semana se supo que era Porsche.

La BaFin investigará los movimientos de acciones que causaron la subida de la cotización para sopesar si hay indicios de uso indebido de información privilegiada, según explicó ayer en Bonn la portavoz Anja Neukötter. También indagará si Porsche tardó demasiado en publicar la operación.

El fabricante alemán de coches deportivos quiere aumentar su participación en Volkswagen del actual 5% al 20%. Con ello se convertirá en el principal accionista, por delante del Estado federado de Baja Sajonia, que tiene un 18,2%.

El anuncio oficial se hizo público el domingo, pero un día antes la revista Der Spiegel ya había dado cuenta de la operación. La normativa bursátil alemana obliga a hacer público un movimiento así de forma inmediata. Sólo es posible sustraerse en interés justificado de la empresa, si queda garantizada la confidencialidad y no confunde a la opinión pública. Los mercados recibieron ayer la operación con una caída de las acciones de Porsche del 9,7% en Francfort. Volkswagen perdió un 0,13%.

Ante la perspectiva de que el Tribunal Europeo de Justicia derogue la llamada ley Volkswagen, que impide que ningún accionista ejerza el derecho de voto por encima del 20% sea cual sea su participación, Porsche pretende asegurar que Volkswagen no cae en manos de inversores cuyos objetivos sean distintos de los de la dirección.

La ley Volkswagen fue concebida para asegurar el control del Estado de Baja Sajonia sobre el primer fabricante de coches de Europa, pero Bruselas considera que atenta contra el libre tráfico de capitales, por lo que demandó al Estado alemán ante el tribunal.

La entrada de Porsche en Volkswagen fue celebrada por la empresa y por el jefe de Gobierno de Baja Sajonia, Christian Wulff.

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