_
_
_
_
_
Reportaje:

Subastas de los activos pactados y mercado regional

Las autoridades de competencia cambiarán las condiciones del acuerdo con Iberdrola para reforzar a terceros operadores

Jesús Mota

No es unánime la percepción de los efectos que tiene la OPA de Gas Natural sobre Endesa sobre la competencia en el mercado eléctrico. Quienes consideran que el daño es evidente argumentan que, en la práctica, la compra de Endesa, con su coda de venta de mercados y clientes de gas a Iberdrola, consagrará un duopolio (GN+Endesa e Iberdrola) con posición de dominio sobre cada uno de los mercados (electricidad y gas). Unión Fenosa quedaría en principio a gran distancia, sin posibilidad auténtica de ofrecer un contrapunto competitivo a las dos más grandes.

Pero hay otro análisis más conciliador con la operación. Es el que considera que en verdad Gas Natural aporta muy poca densidad eléctrica a Endesa y ésta muy poco mercado de gas a la primera; que, por tanto, no se aumenta la concentración empresarial; y que el verdadero problema del mercado eléctrico es que existen posiciones de dominio en cada una de las fuentes energéticas para la producción de electricidad (Iberdrola domina la producción hidroeléctrica, Endesa el carbón, GN el gas) y que la OPA, al fin, viene a mezclar los activos. Ese intercambio de activos implícito en la operación, en línea con las recomendaciones del Libro Blanco escrito por Ignacio Pérez Arriaga, acabará por disolver, si se extiende mediante otras operaciones posteriores, el vergonzoso dominio del mercado eléctrico actual.

En el mapa energético español existen hasta ocho tipos de mercados relevantes: geográfico, generación, distribución...
Más información
Una OPA con trastienda

Pues bien, la interpretación de las autoridades de competencia (Comisión Nacional de la Energía y Dirección General de Competencia) está muy próxima a la segunda versión... a grandes rasgos. Porque en un análisis detallado de la propuesta de adquisición sí se encuentran problemas de competencia que tienen que ser resueltos antes de recibir la autorización correspondiente. Sobre esa preferencia por la versión más conciliadora y las decisiones adoptadas en operaciones anteriores por la CNE y la Dirección de Competencia se puede construir una hipótesis probable sobre las condiciones que impondrán los reguladores a GN para que su OPA sea autorizada.

Una primera línea de análisis se enfrenta al acuerdo de GN con Iberdrola para que la compañía eléctrica compre los activos sobrantes. Los reguladores están dispuestos a exigir modificaciones drásticas en este acuerdo, o, mejor dicho, a cambiarlo. La CNE decidirá si esos activos pactados con Iberdrola deben venderse en todo o en parte mediante subasta pública; incluso si en algún caso cabe que la subasta sea limitada para que no puedan comprar operadores que acrecentarían el dominio del mercado.

Ajustes indirectos

Tal exigencia implicaría un nuevo reparto de activos de generación que ya no reforzaría solamente a Iberdrola, sino que permitiría a otras empresas (Fenosa o HC podrían completar así su mix de generación o de distribución) y fabricar así una tercera empresa competitiva. Una vuelta simbólica a los viejos tiempos de los intercambios de activos bien conocidos en la década de los ochenta y que, con la excusa de la amenaza de quiebra de las compañías eléctricas privadas, obligó a la Endesa pública a cargar con las plantas más caras y menos rentables de generación eléctrica.

Cabe aquí una aclaración sobre las fuentes de generación y los mensajes ecológicos de Iberdrola. Durante los últimos nueve años, mientras los gestores de la Endesa privada acumulaban errores estratégicos -como las inversiones en Latinoamérica, el dinero enterrado en diversificación o la incapacidad para articular mayorías en el accionariado que hubieran permitido decisiones más firmes y volúmenes disuasorios de capitalización- Iberdrola ha tenido a bien presentarse como la marca de la energía ecológica o de la electricidad verde. Súbitamente, acepta una compra de activos que incluye una parte importante de generación por carbón. La interpretación más plausible es que el modelo de generación basado en agua más ciclo combinado está al borde del agotamiento. Para ser más exactos, la subida del precio del petróleo ha causado evidentes desperfectos en la generación de ciclo combinado. Así que los vigilantes de los márgenes de rentabilidad en Iberdrola decidieron que era el momento de incorporar producción eléctrica con carbón. El mensaje verde queda aparcado por el momento.

La segunda gran línea de análisis en la Comisión de la Energía y autoridades de competencia atacará el grado de competencia regional. En otras palabras, los reguladores descartan que el famoso mercado relevante sea el total español; por el contrario, es cada uno de los mercados regionales [existen o pueden existir en el mapa energético español hasta ocho tipos de mercados relevantes, como el geográfico, generación, distribución, restricciones... Un puzzle difícil de seguir por un regulador].

El informe de competencia exigirá que en cada uno de esos mercados no coincidan como operadores dominantes GN e Iberdrola. Esta condición sí debe tener consecuencias caras para la operación diseñada por Antoni Brufau, reconoció Ricardo Fornesa, porque, de aplicarse restricciones drásticas, mermaría las expectativas de crecimiento de rentabilidad para la compradora y para Iberdrola.

Así se enfocará previsiblemente el trámite de competencia en la CNE. A efectos de no perderse por los meandros administrativos los reguladores recuérdese que:

- La CNE aplicará la llamada función 14 a la propuesta de OPA. Esta función debe determinar si las condiciones financieras de la compra perjudican o no la estabilidad y solidez de las redes de distribución (líneas eléctricas, tubos, almacenamientos), de las redes de servicio público en suma. El informe se remitirá a la CNMV y ya está en marcha. El ponente del informe (vinculante) es Sebastiá Ruscalleda.

- La Comisión analizará la operación en términos de competencia, en aplicación de la función 15. El informe no es vinculante y lo incorporará la dirección general de la competencia como parte de su informe a la CNMV. El ponente será José Sierra.

Maite Costa, presidenta de la CNE
Maite Costa, presidenta de la CNE
Iñigo Oriol, presidente de Iberdrola.
Iñigo Oriol, presidente de Iberdrola.

La amenaza del endeudamiento

La compra de Endesa debe tener, en pura lógica, consecuencias sobre las cuentas de Gas Natural y, por supuesto, sobre las empresas que tienen participación en el capital de la compradora. Por ejemplo, en Repsol, aunque el grupo petrolero parece dispuesto a reducir su participación actual en GN (30% del capital) al 10%.

El efecto más importante es la contaminación que producirá la deuda de Endesa en el grupo resultante. En el cuadro adjunto puede comprobarse el elevado endeudamiento de la empresa eléctrica -en términos absolutos y en relación con su capitalización bursátil- respecto del resto de las empresas energéticas españolas. La deuda financiera neta de Endesa al final de 2004 era de 16.505 millones de euros según el Plan General Contable, pero con la aplicación de las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC) aumentó a 18.698 millones.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_