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Crónica:FÚTBOL | Partidos de ida de la primera ronda de la Copa de la UEFA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Osasuna insiste en sus errores defensivos

El Stade Rennais, más rodado, pudo infligir un daño mayor al equipo de Javier Aguirre

Monterrubio y Frei amargaron el debut europeo de Osasuna, que aguantó 70 minutos achicando, pero regaló otros diez en el que la superioridad física de los franceses se impuso al voluntarismo navarro. La vuelta a las competiciones europeas, después de 14 temporadas, acabó con un sabor amargo y muy pocas posibilidades de remontada en la vuelta.

En el primer tramo del encuentro, el Stade Rennais tiró de marchas para acogotar a Osasuna. En cuanto los navarros apretaban, los franceses imponían su poderío y su mayor rodaje para volver a dominar todas las líneas. Además del control en el centro del campo, los bretones abrían el campo a su antojo para que Monterrubio, un excelente interior, generase vertiginosas galopadas. En cuanto el extremo encontró la asociación de Frei, máximo goleador de la Liga francesa el pasado curso, el choque se desequilibró a favor de los franceses. Por alto también hallaron un filón y sólo la fortuna impidió que la ventaja de los locales aumentase antes del descanso.

STADE RENNAIS 3 - OSASUNA 1

Stade Rennais: Isaksson; Jeunecham, Adailton, Ouaddou, Doumbé; Utaka (Briand, m. 85), Mvemba (Hadji, m. 45), Didot (Gourcouff, m. 77), Kallstrom, Monterrubio; y Frei

Osasuna: Ricardo; Izquierdo, Cuéllar, Cruchaga, Clavero; Puñal, Raúl García (Sosa, m. 78); Valdo, Romeo (Webo, m. 45), Delporte (Moha, m. 68); y Milosevic.

Goles: 1-0. M. 27. Frei, en boca de gol, remacha un pase de Monterrubio. 1-1. M. 49. Milosevic, de tiro cruzado. 2-1. M. 76. Frei, de volea. 3-1. M. 85. Hadji, tras rechace de Ricardo.

Árbitro: Cristian Balaj. Amonestó a Delporte, Puñal, Doumbé y Adailton. Expulsó a Elía, portero suplente, tras el pitido final por protestar.

Unos 21.000 espectadores en el estadio La Route de Lorient.

El gol del suizo Frei constató la superioridad del Stade Rennais, que encontró en los centrales de Osasuna unos amigos dispuestos a regalar la espalda mediante marcajes demasiado largos. Mientras, la defensa de los franceses sólo se tenía que preocupar de quitarse de en medio los zurriagazos provenientes de la zaga osasunista.

Con la entrada de Webo, Osasuna encontró un eje sobre el que bascular su juego ofensivo, hasta entonces desmadejado. En su primera intervención, el camerunés se impuso a los centrales bretones y prolongó un despeje de Ricardo para que Milosevic cruzase con picardía para evitar la salida de Isaksson. El gol reactivó a Osasuna, hasta ese momento demasiado impresionado por el físico de sus rivales y los nervios del debut.

Con la igualdad, el choque creció en intensidad y devino en un cruce de ataques mucho más incisivos que en la primera mitad. En el correcalles en que se convirtió el partido, Osasuna supo contrarrestar el dominio físico mediante la posesión de balón. Puñal y Raúl García encontraron su espacio y el equipo lo agradeció. Pero el peligro de los franceses seguía llegando por alto y desde la banda. Avisó Frei de cabeza, que volvió a coger la espalda de los centrales, y sólo la intervención magistral de Ricardo pudo sacar la pelota a córner.

El suizo no dejó pasar la siguiente. Izquierdo perdió una pelota estúpida cuando los rojillos se disponían a asediar al Stade Rennais. Monterrubio salió al contragolpe y colocó un perfecto pase para que Frei empalmase de volea. Otro centro desde este carril, esta vez remachado por el marroquí Hadji, supuso la puntilla para Osasuna a falta de cinco minutos del pitido final.

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