Griñán reclama más margen sobre los impuestos

El Gobierno central paga y las autonomías gastan. El consejero de Economía, José Antonio Griñán, utilizó ayer este argumento para apuntar, entre líneas, que las administraciones regionales tienen que asumir cuanto antes más responsabilidad fiscal y adoptar decisiones impopulares como la subida de impuestos para sufragar los servicios que prestan, entre otros, la sanidad.

Griñán compareció ayer en el Parlamento para explicar el acuerdo que sellaron el martes el Gobierno central y las comunidades autónomas en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF). En virtud de este pacto, el Gobierno central va a pagar una factura de 1.677 millones de euros para hacer frente al agujero de la sanidad, una competencia que es exclusiva de las comunidades autónomas, a las que se dota de mayor capacidad para subir los impuestos, aunque no están obligados a hacerlo.

"El esfuerzo financiero que se ha acordado es unidireccional. Todo se va a hacer con cargo a los Presupuestos Generales del Estado", afirmó Griñán, quien, a continuación, casi al final de su intervención, dejó entrever que en el futuro esto tiene que cambiar: "Lo que sí nos habremos de plantear desde ya es si es lógico un sistema que atribuye buena parte de las decisiones de gasto a unas administraciones que luego apenas tienen margen para repartir entre sus ciudadanos la factura de ese gasto. Esta separación de responsabilidades no es la solidaridad, es la baja autonomía financiera que tenemos las comunidades autónomas en el actual modelo".

Esta reflexión en voz alta de Griñán se produce después de que el Gobierno andaluz haya desechado hacer uso del margen que tiene para subir el impuesto sobre la venta minorista de hidrocarburos (el llamado céntimo sanitario) y haya anunciado que no va a aplicar un recargo sobre el de la electricidad (tributo en el que el Gobierno ha dada capacidad normativa a las autonomías).

En esta línea, apuntó que la sanidad tiene un coste "cuya factura ha de pagarse con los impuestos de los ciudadanos". "A veces pienso que nos cuesta trabajo decir esto tan sencillo como obvio. Y, sin embargo, qué poco trabajo nos cuesta o, mejor, qué cómodo es decir que vamos a aumentar el gasto sanitario y bajar los impuestos", añadió.

Griñán desgranó los datos del acuerdo, que supondrá que Andalucía recibirá, el próximo año, 312,6 millones de euros de los 1.677 millones que va a aportar el Gobierno central. Además, destacó que el Ejecutivo ha asumido casi todas las propuestas de la Junta, principalmente que el reparto del fondo adicional de 500 millones de euros se haga en función de la población, en vez de conforme a la deuda acumulada. Precisamente, la propuesta andaluza que no ha sido asumida era la de dotar a las autonomías de margen para subir los impuestos sobre el alcohol y el tabaco, medida que se ha reservado el Gobierno.

La oposición cuestionó el acuerdo y el papel que la Junta ha jugado. El portavoz del PP, José Enrique Fernández de Moya, se aferró a la idea de que la subida los impuestos sobre el alcohol y el tabaco que ha asumido el Ejecutivo de Zapatero es una forma de "meter la mano en el bolsillo de los andaluces". Griñán le replicó censurando la "hipocresía" del PP porque cuando gobernó subió hasta 15 veces los impuestos indirectos.

La portavoz de IU, Concha Caballero, tildó de medida de "derechas" la subida de los impuestos indirectos y reprochó al Gobierno de Manuel Chaves que no haya consensuado la posición de Andalucía con la oposición. Por su parte, el portavoz del PA, José Calvo Poyato, afirmó que se ha adoptado una solución coyuntural para un problema estructural y reivindicó la deuda histórica.

Chaves, mientras, destacó la importancia del acuerdo y señaló que la abstención de las comunidades del PP en el CPFF es una demostración de que ha "supeditado los intereses de los ciudadanos" a los de su líder, Mariano Rajoy. El líder del PP, Javier Arenas, acusó a Chaves de "engañar" a los andaluces al computar como ingresos "meros anticipos".