Caminando, tampoco
En esta ciudad en construcción, soy una ciudadana que tenía el gran privilegio de poder ir a mi trabajo andando; no es un camino agradable, pero hasta ahora era la mejor forma de no tener que utilizar el coche o el transporte público, ya que, siendo un recorrido más o menos corto, empleo menos tiempo andando que en autobús.
Pues bien, a partir de este mes, ni andando; las obras han vallado parte de las aceras, los pasos de cebra y semáforos.
Es difícil cruzar un paso de cebra cuando no hay visibilidad ni para los coches ni para los peatones, la salida de camiones es constante y no siempre hay un operario indicando esa salida. Un recorrido que se hacía en 20 minutos se está convirtiendo en un recorrido de 35 a 40, siempre intentado esquivar coches y camiones.
Comienza el curso escolar, y por este mismo camino tendrán que ir los alumnos del instituto de zona, que tendrán los mismos obstáculos que los demás viandantes. Estamos hablando no de una calle, sino de un cruce de M-30, M-40 y N-1.