El Gobierno de Italia pedirá la dimisión de Antonio Fazio
El ministro de Economía italiano, Domenico Siniscalco, está preparando una carta en la que solicita la dimisión del gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio, a pesar de que algunos socios del Gobierno como la Liga Norte de Umberto Bossi se opongan a este cambio en la dirección del banco central, al considerar que el actual presidente será un garante en la operación por el control de la entidad Grande Banca Padana, según el diario La Repubblica.
La decisión de Siniscalco añade presión sobre Fazio, cuya dimisión ya ha sido solicitada por el viceprimer ministro, Giulio Tremonti, y el ministro de Política Agraria, Gianni Alemanno. El primero dijo que lleva "tres años" pidiendo la retirada del gobernador, mientras que el segundo calificó de "paso atrás" la gestión de Fazio. No obstante, Fazio cuenta con apoyos procedentes de la Liga Norte, que quiere hacerse con la Grande Banca Padana, cuyo presidente podría ser el hasta ahora consejero delegado de Banco Popolare Italiano (BPI), Giampiero Fiorani, según el diario.
Al parecer, Bossi ha conseguido que el primer ministro, Silvio Berlusconi, le abra el camino para tomar el control a toda velocidad de este nuevo banco, lo que permitiría a Fazio convertirse en una pieza clave de la operación y mantenerse en el puesto. Según el diario, la Liga Norte orquesta una operación sobre Grande Banca Padana que podría concretarse en una oferta en los próximos meses, tras obtener el acuerdo de accionistas y autoridades locales y estatales. Un nuevo gobernador del Banco de Italia podría negar las autorizaciones necesarias para la operación, añade el diario.
Ayer, el ministro Siniscalco ya dijo que Fazio debería dimitir tras la aprobación por parte del Gobierno de una reforma del Banco de Italia en la que se pondría fin a la condición vitalicia del cargo de gobernador. La posición de Fazio en los intentos de compra fallidos de BBVA y ABN Amro de Banco Nazionale del Lavoro (BNL) y Antonveneta, respectivamente, y su apoyo a Unipol y Banco Popolare Italiana (BPI) en estas operaciones fueron el origen de un aluvión de críticas en su contra.
