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La emergencia por sequía se aprobará en agosto si no llueve durante tres semanas

La emergencia tendrá que decretarse en casi toda Cataluña

La Agencia Catalana del Agua (ACA) está preparando ya el decreto de situación de emergencia por la sequía, que prevé restricciones del consumo doméstico, una medida que el Gobierno catalán podría aprobar a finales de agosto si antes no llueve durante dos o tres semanas, lo mínimo para que se recuperen los embalses. El director de la ACA, Jaume Solà, ha advertido de que, con el volumen actual de los embalses, todo hace prever que el próximo mes de septiembre o de octubre se entrará en la fase de emergencia, por lo que el Gobierno debería tener aprobado a finales de agosto el decreto para ordenar cortes del suministro doméstico. El decreto sobre la sequía que el Gobierno de la Generalitat aprobó el pasado mes de mayo prevé dos fases de excepcionalidad, con restricciones al riego y a los usos industriales, pero para aplicar las medidas previstas en la fase de emergencia es preciso sacar adelante otro decreto. Según Solà, para que los embalses se recuperen debería llover durante dos o tres semanas de forma "consistente", con una media de 20 litros por metro cuadrado, pero las previsiones meteorológicas, que son de corto alcance, no auguran precipitaciones para los próximos días.La ACA está preparando ya el decreto de emergencia, que estará listo a mediados de agosto y se presentará al Consell Executiu para que lo apruebe a finales de mes, de manera que se dispondrá de varias semanas de margen para planificar las medidas de restricción, que no se aplicarían hasta septiembre u octubre.

Para elaborar el decreto, la Agencia Catalana del Agua está recabando los programas de emergencia o planes de contingencia elaborados por los ayuntamientos catalanes o sus compañías suministradoras para el caso de que la sequía obligue a restringir el consumo doméstico. En opinión de Jaume Solà, el decreto de emergencia deberá "organizar la precariedad del agua" y establecer prioridades de suministro en algunos ámbitos, como los hospitales. A la luz del estado actual de los embalses, la situación de emergencia tendrá que decretarse en casi toda Cataluña, con la excepción de la Val d'Aran y la cuenca del Muga, según Solà.

No obstante, el director de la ACA se ha mostrado esperanzado en que un episodio de lluvias continuadas permita recuperarse a los embalses catalanes, como sucedió en julio de 2002, cuando varias semanas de precipitaciones consiguieron conjurar la amenaza de la sequía. Jaume Solà ha advertido de que la cuenca del Llobregat está "a punto de entrar en una situación de crisis", ya que se encuentra aproximadamente al 20% de su capacidad, lo que ha obligado a prohibir el riego en la zona baja del río, entre Sant Boi y El Prat, de manera que los regantes de la zona deberán abastecerse de agua procedente de las depuradoras de Sant Feliu y el Baix Llobregat. Los regantes del tramo final del Llobregat, que gastan algo menos de un metro cúbico de agua por segundo, han aceptado utilizar desde el próximo mes el agua depurada, que, según Solà, "tiene las condiciones sanitarias adecuadas para sustituir a la del Llobregat".

De acuerdo con las previsiones de la ACA, a mediados del próximo mes la cuenca Ter-Llobregat entrará en el nivel de excepcionalidad 2, por lo que no se permitirá el riego más que para asegurar la subsistencia del arbolado próximo al río Ter. Para garantizar una mayor eficiencia en el suministro de agua para consumo doméstico, la ACA estudia también que a partir del 1 de agosto la planta potabilizadora de Abrera abastezca a la de Sant Joan Despí.

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