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El Gobieno adopta en sus sedes un sistema para reducir el consumo de papel, luz y agua

El programa identifica los aspectos medioambientales de las oficinas que pueden mejorar

El Gobierno vasco ha introducido en sus principales sedes un novedoso sistema de gestión para reducir el consumo de bienes de oficina, como papel, tintas y otro tipo de materiales, así como de agua y luz. En el semestre que lleva funcionando en nueve sedes y dos sociedades públicas, el consumo de papel se ha reducido un 2% y el de luz el 1,5%. Se trata de un programa que se revisa anualmente por parte de las agencias certificadoras oficiales, como Aenor, y según hayan sido los resultados se da el visto bueno y se eleva el listón de la reducción para el siguiente ejercicio.

El consejero de Medio Ambiente en funciones, Sabin Intxaurraga, presentó ayer este innovador sistema denominado Ekoskan, que ha sido desarrollado por el Ihobe, la sociedad pública de gestión ambiental. Se trata de una herramienta que permite identificar qué aspectos de la actividad diaria de una oficina pueden mejorarse medioambientalmente y cómo hacerlo. La idea se aplicó de forma experimental en cinco empresas en 1998 y ahora está implantada en 225. La novedad actual es que por primera vez se traslada al ámbito institucional, con algunas modificaciones sobre el proyecto original para poder adaptarlo a un entorno diferente al puramente empresarial.

El sistema Ekoskan lleva medio año funcionando en las principales sedes que el Gobierno tiene en Vitoria, como el complejo de Lakua, San Sebastián y Bilbao, y en los edificios de las sociedades públicas de Itelazpi y de informática. Intxaurraga valoró los resultados, pero sobre todo, hizo hincapié en la labor de concienciación que supone: "La Administración tiene que ser la punta de lanza de la sociedad, dar ejemplo, demostrar a la ciudadanía que con un poco de voluntad se pueden reducir, y mucho, los impactos medioambientales de nuestra actividad diaria".

Según Intxaurraga, este esfuerzo no se puede circunscribir únicamente al sector industrial, sino que el respeto al medio ambiente y no despilfarrar los recursos es "tarea de todos, empresas industriales, oficinas de servicios y cada hogar y cada persona". Aunque de momento el proyecto se ha puesto en marcha en las sedes del Gobierno, el objetivo es que en un plazo de seis años todo el entramado institucional de la comunidad disponga de este sistema.

El director del Ihobe, José Luis Aurrecoechea, explicó que el programa Ekoskan se va a constituir en una especie de norma para la administración y las empresas, de manera que cada año los certificadores oficiales, como Aenor, realizarán una auditoría para controlar los progresos. "Si alguien no cumple el plan de acción, se le borra de la lista", advierte.

Reciclaje del 100%

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Año a año se van modificando los objetivos de acuerdo con los resultados obtenidos en el plan de acción anterior. "Si un año, una oficina ha conseguido reducir en un 10% el consumo de papel, se puede plantear para el siguiente ejercicio un objetivo más ambicioso", apunta Aurrecoechea. "No hay un techo como tal; se puede llegar al reciclaje del 100%". Por ejemplo, respecto al consumo de papel, las sedes del Gobierno donde se ha introducido el programa Ekosnan emplean las hojas por las dos caras, sustituyen el papel blanco por reciclado, han reducido el número de impresoras personales y están evitando remitir expedientes entre delegaciones en formato papel.

La electricidad es otro de los campos donde se pueden introducir amplias mejoras. Las oficinas han regulado el consumo de calefacción, han instalado sistemas de regulación y de apagado automático de la luz, han sincronizado los ascensores y separado la iluminación en zonas de ventana y de interior. En el semestre que lleva implantado, el programa ha reducido un 1,5% el consumo de luz.

El reciclaje de los residuos de oficina a través de la instalación de más contenedores, alrededor de 500, y el establecimiento de un sistema de recogida de latas y de vasos de plástico ha permitido reciclar hasta la fecha 488 metros cúbicos de envases. En cuanto a ruidos, la sustitución de bombas de calor por calderas de gas ha logrado reducir en un 10% el nivel de ruido en tres de las sedes.

Intxaurraga mostró su satisfacción por el hecho de que en su propia casa, el Gobierno vasco, se haya empezado a aplicar lo que predicó a lo largo de la legislatura pasada. "Con algo de esfuerzo se pueden dar pasos muy importantes. Es preciso que la ciudadanía se conciencie de la importancia que tiene el medio ambiente en sus vidas y en su futuro", dijo.

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