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Reportaje:

El regalo más dulce

Cien personas homenajeadas en Sevilla el Día Mundial del Donante de Sangre

La sangre es como la miel. A pesar de que en ambos casos se conoce de forma detallada sus composiciones químicas, ni una ni otra puede ser fabricada artificialmente. Sólo las abejas saben sintetizar miel. Y sólo una persona puede generar y donar sangre compatible con la de otro ser humano.

En todo el mundo se celebró ayer el Día Mundial del Donante de Sangre. En el hospital Virgen del Rocío de Sevilla se aprovechó la fecha para rendir homenaje a los hombres y mujeres que el pasado año acudieron en más ocasiones a las unidades de donación de la capital hispalense y su provincia para regalar, de forma altruista, su sangre a desconocidos que la necesitan.

"Llevo donando sangre desde los 18 años", dice Manuel Álvarez, la persona que más donaciones ha realizado en Sevilla: nada menos que 110. "La primera vez que lo hice fue para conocer mi grupo sanguíneo. Comprendí la importancia de este acto y comencé a colaborar de forma asidua". Álvarez recibió ayer, junto a casi un centenar de grandes donantes, un diploma otorgado por la Consejería de Salud que les acredita como tales. Se tratan de personas que el año pasado cumplieron en 2004 las 50, 75 o 100 donaciones. Con estas cifras cada uno de ellos ha ayudado de 80 a 85 personas, según el SAS.

"Me gustaría recordar unas palabras que oí una vez: 'Hay que darse a los demás a cambio de nada. A cambio, sólo, del placer de ser generoso'. Sin las donaciones de sangre, el trasplante de riñón que me hicieron hace 25 años no hubiera servido para nada", dijo emocionado Eduardo Vidal al hacer entrega a Álvarez el diploma. Porque ayer fueron los mismos beneficiarios los que reconocieron en persona la labor de los donantes.

A lo largo de más de 25 años, Manuel Álvarez no ha bajado de las tres donaciones anuales. "Lo máximo que nos permiten es cuatro al año. Y lo llevan a rajatabla, porque alguna vez he intentado ir más veces, y los ordenadores me han detectado inmediatamente", recuerda. En este tiempo, ha regalado más de 50 litros y ha renovado su sangre completamente siete veces.

Ceremonia

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La ceremonia de entrega fue presidida por el director del Centro Regional de Transfusiones Sanguíneas de Sevilla, Francisco Fernández Palacios; la jefa del Servicio de Planificación Asistencial de la Delegación Provincial de Salud, Josefa Ruiz; y el director gerente del Hospital Virgen del Rocío, Joseba Barroeta.

"La sangre es un medicamento vital cuya única forma de conseguir es a través de la la generosidad", dijo Ruiz. En su intervención, la jefa de Planificación resumió las complicadas circunstancias sociales que rodea a las donaciones: "El número de donantes ha ido descendiendo en los últimos años, a la vez que ha subido el número de receptores, debido al aumento en el número de accidentes de tráfico, de trasplantes y de terapias de enfermedades crónicas". Tratamientos basados, en mayor o menor medida, en el uso de transfusiones. Porque la medicina moderna ha traído una paradoja, según Fernández Palacios, ha traído una paradoja: "Cuanto más avanzamos, más necesitamos los unos de los otros".

Tanto Ruiz como Fernádez Palacios recordaron que la guardia no se baja nunca. Y menos en fechas vacacionales como las que se acercan. "La gente debe seguir acudiendo a donar, porque la demanda no desciende, aunque sí las donaciones", dijeron.

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