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Reportaje:DOS DÉCADAS QUE HAN CAMBIADO ESPAÑA

Los prusianos del Sur

Gabriela Cañas

La UE recibió en 1985 a España con parecidos recelos a los que ahora originan los nuevos países del Este. Pero la temida invasión de inmigrantes con salarios mucho más bajos y productos agrícolas a precio de ganga nunca se produjo, y los funcionarios y políticos que desembarcaron en las instituciones recibieron inmediatamente elogios y el apelativo de los prusianos del Sur por su capacidad de trabajo. Ésta es una galería de los españoles que han ocupado u ocupan posiciones destacadas en la maquinaria europea a la que se le ha añadido personas poco conocidas que gestionan asuntos clave de la Unión.

JAVIER SOLANA

Solana es sin duda la figura más estable de la UE de cara al exterior, un personaje en misión permanente. Será en un futuro próximo ministro europeo de Exteriores
La UE quiere abrir una oficina permanente en Bagdad para prestar apoyo humanitario y formar jueces y policías para el Gobierno de Irak. Ana Gallo la dirigirá
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Dos décadas que han cambiado España

El entonces ministro de Cultura esperó pacientemente en su despacho hasta que el presidente Felipe González le llamó a altas horas de la noche para comunicarle la noticia: España, por fin había cerrado en Bruselas las negociaciones de adhesión a la UE. "Brindamos en la distancia con champaña", rememora ahora Solana. "Era el momento en que lográbamos nuestros anhelos". Veinte años después, a Javier Solana (Madrid, 1942) le resultaría difícil contabilizar cuántas veces ha dado la vuelta al mundo; primero como secretario general de la OTAN, y después, desde 1999, como alto representante de la UE para la Política Común Exterior y de Seguridad, un puesto de nueva creación que él ha vestido a su medida y en el que fue renovado el año pasado para otro quinquenio. Este madrileño atrapado por la política a pesar de su formación científica es sin duda la figura más estable de la UE de cara al exterior, un personaje en misión permanente que, tras su traumática experiencia en la guerra de los Balcanes al frente de la OTAN, ha facilitado la pacificación de la zona; ha puesto en marcha la fuerza europea de despliegue, que ya ha intervenido en Macedonia y el Congo, y colaboró estrechamente con EE UU en la elaboración del Informe Mitchel para pacificar Oriente Próximo. Solana está llamado a ocupar un cargo también de nueva creación, el de ministro europeo de Exteriores.

JOAQUÍN ALMUNIA

Para Joaquín Almunia, entonces ministro de Trabajo del Gobierno de González, el 12 de junio de 1985 fue "uno de los días más importantes de la democracia española". Recuerda que aquel día también estuvo presente ETA con tres atentados (y tres muertos) y que 20 años más tarde la UE ha confirmado todo lo que los españoles esperaban: más riqueza, más cohesión y un papel más relevante en el ámbito internacional. Almunia (Bilbao, 1948) fue nombrado comisario de Asuntos Económicos y Monetarios en abril de 2004. Bruselas no era un mundo desconocido para este abogado y economista. En pleno franquismo trabajó tres años para las Cámaras de Comercio Españolas en Bruselas. Opina que el club europeo es ahora más proteccionista, nacionalista y egoísta que antes y que debe democratizar más sus instituciones.

JOSEP BORRELL

Presume de haber representado a España en las instituciones europeas de forma ininterrumpida durante 10 años; primero, como secretario de Estado, y, después, como ministro de Obras Públicas y Telecomunicaciones hasta la derrota socialista de 1996. Miembro de la convención que redactó el borrador de la Constitución europea, Borrell (La Pobla de Segur, Lleida) recuerda como hitos en su vida la firma del Tratado de Adhesión de España a la UE y la firma del Tratado Constitucional en Roma en octubre pasado, cita a la que acudió ya como presidente del Parlamento Europeo. "Es un milagro cotidiano que funcione cada día con tanta gente y 20 idiomas distintos", dice.

PEDRO SOLBES

El vicepresidente del Gobierno y responsable de Economía, que fue dos veces ministro con González, asegura ser "el más viejo" de todos en los asuntos europeos. Abogado y técnico comercial del Estado, ya participó en las negociaciones con la UE para renegociar el acuerdo de 1970 aún durante el franquismo, y, posteriormente, en las de adhesión. Nacido en Pinoso (Alicante) en 1942, dice que el cargo que más ilusión le hizo fue el de secretario de Estado de Asuntos Europeos. Lo destaca por encima del hecho de haber sido comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios entre 1999 y 2004, en una etapa en la que se puso en circulación el euro y se lanzó el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

ABEL MATUTES

Este superempresario ibicenco nacido en 1941, fue, junto a Manuel Marín, el primer español miembro de la Comisión Europea, antes de encargarse de la cartera de Asuntos Exteriores en el primer Gobierno de Aznar. Haciendo memoria de sus ocho años en Bruselas, asegura ahora que "todos los momentos fueron buenos", que contó con el apoyo total del Gobierno socialista para ejercer su labor -"particularmente el de González y Alfonso Guerra"- y relativiza la crisis actualmente abierta por el rechazo a la Constitución. "Cuando en 1991 le contaba al primer ministro indio los problemas que teníamos para ratificar el Tratado de Maastricht me respondió que él tenía que generar 100 millones de empleos antes de 2000 cuando su principal cliente, el Comecon, acababa de quebrar. ¡Eso sí son problemas! ¡Ya quisiera el resto del mundo tener las ventajas y las dificultades de Europa!", dice Matutes.

MANUEL MARÍN

Sus 13 años como comisario europeo le otorgan un récord indiscutible. Nacido en Ciudad Real en 1949, este abogado fue secretario de Estado de Asuntos Europeos en 1983, puesto desde el que negoció la fase final del ingreso de España en la UE. El actual presidente del Congreso se siente especialmente orgulloso de haber puesto en marcha el Programa Erasmus y el Programa Europa contra el Cáncer, además de haber creado la oficina europea de ayuda humanitaria y los acuerdos con México, Chile y Mercosur y la política euromediterránea. "Fueron años impagables, en los que tuve la enorme suerte de asistir a la caída del muro de Berlín, la reunificación alemana, el Tratado de Maastricht, la unión monetaria...". Pero Marín guarda también recuerdos de horas difíciles, como la caída de la Comisión de Jacques Santer. También rememora con tristeza el trienio 1992-1995. "Los europeos asistimos pasivamente a la guerra en Yugoslavia, a una limpieza étnica y terribles masacres, y sólo la presión de la opinión pública fue capaz de movilizarnos", se lamenta.

MARCELINO OREJA

"Llegar a Bruselas el 27 de julio de 1977 con una carta del Gobierno español pidiendo la apertura de negociaciones de adhesión fue un momento que había esperado mucho tiempo", dice Marcelino Oreja (Madrid, 1935), ministro de Exteriores con Adolfo Suárez y comisario europeo entre 1994 y 1999. Dos años después de la entrega de aquella carta histórica, Oreja pudo iniciar la apertura formal de las negociaciones. "Son dos momentos únicos", asegura, a los que puso broche de oro la firma de la adhesión. Especial emoción le produjo que el Parlamento Europeo le encargara un proyecto de Constitución Europea que quedó en el camino. "Fue demasiado prematuro, pero su elaboración me resultó instructiva y agradable".

LOYOLA DE PALACIO

Esta abogada madrileña, de 54 años, asegura haber tenido siempre un sentimiento de pertenencia a Europa, y, por tanto, la ambición de ser miembro de la UE de pleno derecho. "El tiempo ha demostrado que la integración fue la estrategia acertada para España". Fue ministra de Agricultura en el primer Gobierno de Aznar, y, después, comisaria europea. Asegura disfrutar de una fortaleza física que le permitió resistir los embates de las negociaciones agrícolas. "Había entonces un sistema de tortura psicológica consistente en no dejarnos dormir hasta que llegáramos a un acuerdo, así que llegué a llevarme una tienda de campaña al despacho", rememora. Como comisaria recuerda con orgullo el acuerdo con los americanos del sistema Galileo, que pronto hará la competencia al GPS, y con emoción el acto formal de Estrasburgo en el que se dio la bienvenida a los 10 nuevos socios de la UE.

ENRIQUE BARÓN

"El mío fue el primer puesto español fuera de cupo", proclama con cierto orgullo Enrique Barón (Madrid, 1944), el primer español que presidió, entre 1989 y 1991, el Parlamento Europeo, institución en la que continúa como jefe de filas de los socialistas hispanos. Miembro del Gobierno que negoció la adhesión de nuestro país, recuerda con emoción el 12 de junio de 1985. "Ya entonces se decía que la Eurocámara era un cementerio de elefantes, pero yo me fui voluntario y recuerdo la carga emotiva de la primera sesión en 1986 y mi primera intervención para anunciar que los españoles veníamos aquí a trabajar". Para darse a conocer en Europa, Barón utilizó un eslogan que obtuvo cierto éxito: "Un adversario del franquismo sólo podía ser apasionadamente europeo".

JOSÉ MARÍA GIL-ROBLES

Cuando, en 1997, José María Gil-Roble (Madrid, 1935) fue elegido presidente del Parlamento Europeo aseguró que lucharía por dotar a la institución de más democracia y poderes similares a los de los Parlamentos nacionales. La perspectiva histórica le permite decir que algo de eso se ha conseguido, si bien del recuerdo de las buenas emociones vividas no puede separar los momentos más difíciles de aquel reinado, cuando puso en marcha una comisión de expertos que concluyó que la Comisión Europea no disponía de suficientes controles para evitar ciertas corruptelas o el mero nepotismo. "Aquello motivó la dimisión de la Comisión Santer, en la que yo tenía un gran amigo, Marcelino Oreja. Fue muy duro para mí", dice.

ENEKO LANDABURU

"A los españoles nos miraban como si llegáramos de otro planeta", dice Eneko Landaburu (París, 1948), que se declara europeísta no tanto por ser un producto del exilio español, sino por sus convicciones socialdemócratas. Fue, con 38 años, el director general más joven de la Comisión Europea, el grado más alto en el funcionariado comunitario. En la pasada legislatura se encargó de la ampliación al Este y ahora lleva la política exterior.

JOSÉ MANUEL SILVA

"Las dos batallitas que contaré a mis nietos serán la firma del Tratado de Adhesión de España y la larga negociación de la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) de junio de 2003", dice José Manuel Silva (1949, Chantada, Lugo), ingeniero agrónomo, miembro del gabinete de Marín en la Comisión Europea y director general de Agricultura en esta institución desde 1999. Las noches de insomnio y negociación son habituales en su terreno. Resultado de tal sistema son las reformas de la agricultura europea.

LUIS ROMERO

Es director general de Presupuestos de la Comisión Europea. De ahí que este alicantino de 49 años pueda decir con propiedad que elaborar los primeros presupuestos con una UE de 25 países ampliada a mitad de un año fue un auténtico rompecabezas. Ahora tiene entre manos un asunto aún más espinoso: las perspectivas financieras de la UE para el periodo 2007-2013. Inspector de Hacienda, en 1988 se instaló en Bruselas como consejero de la embajada permanente española ante la UE. "Fue cuando nos bautizaron como los prusianos del Sur".

CARLOS BASTARRECHE

La sede de Bruselas de la representación permanente de España ante la UE fue el primer destino de este abogado y diplomático de 54 años que desde 2002 ocupa el puesto crucial de embajador en esa misma oficina. "Cuando llegué sólo había 50 personas. Ahora, 250 funcionarios", dice Bastarreche, un navarro que entre 1984 y 1985 recorrió España difundiendo el proyecto europeo antes de la incorporación española. Veinte años después, Bastarreche negocia el siempre difícil acuerdo sobre las perspectivas financieras en plena transición de España hacia su papel como miembro rico del club.

ANA GALLO

La UE, máximo contribuyente a la reconstrucción iraquí, está intentando abrir una oficina permanente en Bagdad para prestar apoyo humanitario y formar jueces y policías para el Gobierno del país. La persona encargada de ponerla en marcha es Ana Gallo, de 36 años, licenciada en Ciencias Políticas y Económicas. Funcionaria comunitaria, Gallo abandonó la plácida Bruselas hace año y medio para establecerse en Ammán (Jordania), desde donde viaja constantemente a Bagdad para organizar la oficina. "Es, además, un primer experimento de la futura política exterior común europea", dice desde Egipto, donde ahora está en misión. "Porque estamos trabajando conjuntamente la gente de la Comisión Europea y la de Solana".

CECILIO MADERO

Es la pesadilla de Microsoft. La Comisión Europea, en aplicación de sus reglas antimonopolio, se ha convertido en la china en el zapato del gigante creado por Bill Gates, cuya firma ha tenido que pagar la multa más alta de la historia de la UE (497 millones de euros) y aplicar las exigencias que le están imponiendo los expertos de Bruselas, apenas media docena de funcionarios al frente de los cuales está Cecilio Madero, un jurista de 48 años que, tras varios años en el Banco de Bilbao, logró por oposición una plaza en Bruselas, en 1987.

OCTAVI QUINTANA

Especialista en medicina intensiva y salud pública, Octavi Quintana (Barcelona, 1952) aterrizó en la Comisión Europea en 2002, en pleno debate ético sobre el uso de las células madre embrionarias para investigación, para encargarse precisamente del capítulo de investigación de la salud, el más importante de Investigación. Quintana sigue inmerso en la batalla de los ensayos con células madre, en la que cuenta con el apoyo del Parlamento Europeo y con el rechazo de países como Italia y Alemania.

De izquierda a derecha, los presidentes español, Rodríguez Zapatero; ruso, Putin, y francés,  Chirac, y el canciller alemán, Schröder,  en un encuentro en París.
De izquierda a derecha, los presidentes español, Rodríguez Zapatero; ruso, Putin, y francés, Chirac, y el canciller alemán, Schröder, en un encuentro en París.EFE

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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