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La Compañía Nacional de Danza estrena en Valencia tres coreografías

Mats Ek, Kirí Kylián y Nacho Duato, autores de los bailes

La Compañía Nacional de Danza (CND), dirigida por Nacho Duato, presenta desde hoy y hasta el 15 de junio en el Teatro Principal de Valencia un programa compuesto por tres coreografías, Aluminio, Falling angels y Diecisiete, de tres reputados creadores, el sueco Mats Ek, el checo Jirí Kylián y el valenciano Nacho Duato, director a su vez de la formación, respectivamente.

Aluminio, del director y coreógrafo sueco Mats Ek, quien fue director artístico del Cullberg Ballet, se estrenó el 23 de abril en el Teatro Real de Madrid. Es la primera vez que Ek crea una pieza expresamente para la CND, aunque con anterioridad la compañía ha interpretado tres coreografías del sueco, Hierba, Solo for two y Niños Viejos. Aluminio trata sobre la resistencia mental necesaria para evitar el estancamiento y no dar las cosas por sentadas, según declaraba Ek los días previos al estreno. Es una pieza para doce bailarines que cuenta con música de John Adams, Premio Pulitzer de la Música en 2003.

Diecisiete, la más reciente creación de Nacho Duato para la compañía que dirige tras el éxito de Herrumbre, fue estrenada a finales de enero y su título hace referencia al número de sílabas de los haikus japoneses. La música ha sido compuesta para la pieza por Pedro Alcalde y Sergio Caballero. El haiku es una estructura poética breve. La mayoría de las palabras en japonés son polisilábicas, de modo que el número de las exigidas por un haiku es pequeño, de cinco a ocho o nueve. Los haikus no riman. Su única regla es que tengan diecisiete sílabas y, aunque tenga más de una frase, siempre contiene una sola imagen poética.

La tercera coreografía es Falling Angels, del checo Jirí Kylián. La pieza fue estrenada por el Nederlands Dans Theater en 1989, pero está en el repertorio de la CND desde mayo de 2004. Kylián asienta su creación en Drumming / Part I de Steve Reich, que contiene un aspecto fascinante para el creador en la estructura rítmica, y en especial en el recurso llamado phasing. Tradicionalmente Kylián elabora sus obras sobre una estructura musical ya existente, pero con Drumming sintió el reto de dar prioridad absoluta a la danza. Ocho bailarinas interpretan Falling Angels.

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