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PLENO DEL PARLAMENTO

Chaves acusa en el Parlamento a los populares de ser "corruptores de la política" y luego lo retira

Los grupos logran un principio de acuerdo para desbloquear el Consejo Audiovisual

El Parlamento sumó ayer un nuevo capítulo de crispación. Manuel Chaves llamó a los populares "corruptores de la política" después de que la portavoz del PP, Teófila Martínez, dijera que los pasquines que mostró su grupo el pleno pasado -en los que le llamaban cacique- no eran un insulto sino "una opinión". El presidente replicó que la táctica del PP es levantar un manto de sospecha sobre instituciones y personas con el juego de la "mezquindad". "Lo que están haciendo es corromper la política, son unos corruptores de la política", dijo. Ante las protesta de Martínez, quien amenazó con renunciar a formular más preguntas, Chaves retiró "lo de corruptores". "Pero revise usted los epítetos que me ha dedicado a mí", remató.

Teófila Martínez retomó la pregunta -sobre el presunto abuso de la instituciones por parte de la Junta- que quedó en el aire en el accidentado pleno de hace 15 días. Chaves se negó entonces a responderle mientras los diputados populares mantuviesen en alto unos pasquines en los que se leía: "Consejo Audiovisual, no más cacicadas". Los populares no bajaron los carteles ni abandonaron la sala cuando la presidenta de la Cámara, Mar Moreno, se lo ordenó. Ante tal tesitura, suspendió el pleno.

La portavoz del PP dijo ayer que el incidente había sido bueno porque Chaves había revelado su verdadero rostro de "soberbia y sectarismo" y le preguntó en varias ocasiones de forma retórica "quién se cree que es" para, entre otras cuestiones, mantener una "actitud caciquil". También dijo que las pancartas tamaño folio exhibidas por su grupo no eran ningún insulto sino la "expresión de una opinión" y agregó que la insultada era ella porque en la legislatura pasada el socialista le atribuyó un "escaso nivel moral".

Después de admitir que en el del Consejo Audiovisual, el Gobierno no se había conducido con acierto y que no se le "caen los anillos por rectificar", Manuel Chaves recordó que con el motín parlamentario el PP se había "retratado". Dijo que ha perdido el pulso político y, ante su impotencia, se dedica a expandir un manto de sospecha sobre instituciones "personas y familias", por lo que estas siglas cada vez "dicen menos a los andaluces". Agregó que todos los partidos tienen la obligación de teñir su actividad de rigor, seriedad y respeto a la instituciones y que, por esta razón, no iba denunciar las presuntas irregularidades del PP para no contribuir al "juego de mezquindad política, que se las dejo a ustedes".

Chaves invitó a Martínez a repasar la lista de insultos que le ha dedicado en los últimos años y advirtió de que no le iba a dar lecciones de moralidad cuando ella, como alcaldesa de Cádiz, preside el consorcio de la Zona Franca. Y cerró su segundo turno: "El PP lo que hace es socavar la credibilidad de la política, corromper la política, son unos corruptores de la política".

Enseguida se hizo el estruendo de la bancada popular. Martínez pidió amparo a la presidenta y avisó de que si Chaves no retiraba los términos de "mezquindad" y "corruptores de la política", su grupo declinaría hacer más preguntas en el pleno. Tras terciar Moreno, Chaves retiró "lo dicho, si quieren", pero añadió: "Digo que están corrompiendo la vida política de este Parlamento". Ante una nueva protesta de Martínez y el amparo que le dio la presidenta, quien sugirió a Chaves corregir las alusiones a la corrupción política, el socialista, finalizó: "Retiro lo de corruptores, pero repase usted los epítetos que me ha dedicado a mí y a mi grupo". Moreno puso punto y aparte y consideró "resuelto" el enfrentamiento.

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La crispación del pleno no se reprodujo en las conversaciones de los cuatro partidos sobre el Consejo Audiovisual. Los grupos llegaron a un principio de acuerdo para desbloquear la elección de este órgano, tras el estripitoso fracaso inicial, a partir de una propuesta del PSOE. La iniciativa es una fórmula mixta que permite preservar la proporcionalidad y el consenso, de modo que los socialistas renuncian a tener la mayoría absoluta en este órgano integrado por 11 personas. La fórmula expuesta por el portavoz socialista, Manuel Gracia, es la siguiente: el PSOE propondría cinco nombres; el PP, dos; e IU y PA, uno cada uno. Los dos restantes serían personas defendidas por los cuatros grupos y, por lo tanto, no pueden surgir de ninguna de las listas presentadas hasta ahora.

Autocrítica

Gracia hizo una rotunda autocrítica de la actuación de su partido en el Consejo Audiovisual, nada frecuente en un responsable político. El portavoz calificó de "error" haber incluido a Javier Aroca, dirigente crítico del PA, en la propuesta del PSOE, tildó de "infantil" el comportamiento de los grupos a la hora de registrar los nombres y consideró que su organización había actuado de manera "precipitada" debido a la "desconfianza" que existe entre los portavoces. "Nos equivocamos de manera grave y hemos rectificado. Yo me siento satisfecho de ello", subrayó.

La propuesta del PSOE fue bien acogida en principio por la oposición, aunque hubo matices. Antonio Sanz (PP) dijo estar "dispuesto a consensuar todos los nombres" incluso el del presidente del órgano y se mostró a favor de dialogar sobre la propuesta. Concha Caballero (IU) aseguró que su grupo "no será ningún obstáculo" y se mostró abierta a estudiar la fórmula, aunque resaltó que "en esta primera fase". Pilar González (PA) dijo que la iniciativa socialista "supone un avance" y abogó por la unanimidad en cuanto a los nombres. PSOE, IU y PA mostraron reticencias sobre el perfil del popular Juan Ojeda, ex secretario general del PP.

Reproches a Matas

El PP planteó ayer en la sesión de control al Gobierno dos preguntas sobre la financiación y el debate autonómico que tuvieron un efecto boomerang, contrario al pretendido. Hasta ahora los populares mantenían una posición única en toda España sobre financiación, pero la iniciativa del Gobierno balear que preside Jaume Matas (PP), similar a la del tripartito catalán, ha abierto las contradicciones internas. Esta situación fue aprovechada por los consejeros cuando fueron interpelados por los conservadores. Así, el titular de la Presidencia, Gaspar Zarrías, instó al PP a que reprobasen a Matas como ya intentaran hacer con el catalán Pasqual Maragall, cuando el portavoz popular, Antonio Sanz, le acusó de ser de "comparsa" del presidente de la Generalitat al reclamar la gestión de los ingresos de la Seguridad Social, una iniciativa socialista para la reforma del Estatuto andaluz.

También el consejero de Economía, José Antonio Griñán, aprovechó la coyuntura y una pregunta de Esperanza Oña sobre "novedades de financiación autonómica" afirmó: "¿Qué novedad existe? La que ha venido de Baleares y, como la catalana, no la compartimos porque no respeta la solidaridad".

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