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Reportaje:TENIS | Roland Garros

El ataque, la mejor baza de Robredo

Monachesi, su entrenador, cree que el catalán batirá a Davydenko si mantiene su juego ofensivo

Entre ellos sólo hay un enfrentamiento y no es significativo. Tommy Robredo y Nikolay Davydenko se cruzaron en Sevilla en 2001 cuando aún estaban entrando en el circuito profesional. La victoria fue para el gerundense: 6-1 y 6-3. Pero desde entonces ha llovido mucho. Robredo ha estado rozando meterse entre los diez primeros del mundo durante todo el año, mientras que el ruso ha iniciaba una escalada que precisamente le situará el lunes en ese restringido grupo de elegidos. Su duelo de hoy llega en un gran momento para ambos.

"Si alguien piensa que va a ser un partido fácil, se equivoca", asegura Mariano Monachesi, el entrenador de Robredo; "Davydenko es un rival durísimo y está en el punto más alto de su carrera tenística. Si quiere ganar, Tommy deberá tener las ideas muy claras y mantener un excelente nivel de juego". Én su opinión, uno de los aspectos fundamentales será la buena mentalización de su jugador: "Hay que sacarse de la cabeza que estamos disputando los cuartos de final de París. Y para conseguir eso hemos estado trabajando. La cuestión no es llegar al domingo en este torneo tan especial, sino estar en la final de cada semana".

"Hay que quitarse de la cabeza que estamos en los cuartos de París. Para eso hemos trabajado"
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Robredo siguió ayer un trabajo rutinario. Se levantó a las 9.30 -"no podía dormir más", dijo-, desayunó tranquilamente y luego estuvo 20 minutos en la cinta y haciendo estiramientos y una hora jugando al tenis. Más tarde hizo ejercicios específicos para la recuperación de su hombro derecho. "Pero sólo por precaución", matiza Monachesi; "el problema está resuelto. Ya no le molesta, aunque se le carga tras los partidos". Esa articulación le perjudicó al inicio del curso y le obligó en Miami.

Sin embargo, en París está siendo distinto. Quedó patente especialmente en el partido que jugó el lunes contra el también ruso Marat Safin, el que le abrió las puertas de los cuartos por segunda vez: la primera fue en 2003, cuando perdió ante Albert Costa. "Su victoria sobre Safin le ha fortalecido", dice Monachesi; "lo que más me gustó fue su actitud: siempre con ganas de atacarle, de buscarle delante, de ganar... Asumió riesgos y eso le supuso errores. Pero luchó hasta el final y ganó en cinco sets, en tierra batida y en la pista central. Y eso era muy difícil".

Davydenko alcanzó los cuartos de un grand slam por primera vez en enero en el Open de Australia. Curiosamente, el calor que pasó contra el estadounidense Andy Roddick le obligó a retirarse, cuando iba perdiendo, por asma y deshidratación. Este año ha ganado en Saint Polten, ha sido semifinalista en Barcelona y Hamburgo y lleva diez partidos seguidos ganados en tierra batida. "¿Robredo?", se planteó tras ganar al subcampeón de 2004, el argentino Guillermo Coria. "Me da lo mismo. Me gusta jugar al tenis, enfrentarme a él y estar en los cuartos".

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