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Crítica:LA LIDIA | FERIA DE SAN ISIDRO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Suspenso en geometría

Antonio Lorca

Visto lo visto, parece que estos toreros jóvenes de ayer no fueron a clase el día que explicaron la geometría del toreo. Y suspendieron, claro. Pasaron al curso siguiente, pero tienen pendiente esa asignatura. Quizá, por eso, demuestran graves carencias en cuanto a colocación, porque creen que el toreo es en línea recta cuando es en redondo; se colocan a la altura del pitón que tienen más cerca, cuando las reglas aconsejan buscar el pitón contrario; dirigen la embestida del toro hacia fuera, cuando es hacia dentro, y no cargan la suerte, es decir, no invaden el terreno del toro. Para más delito, citan con la muleta retrasada cuando debe ser presentada por delante para alargar el muletazo, y utilizan el pico del engaño en lugar de la panza de la franela.

Garcigrande / Jiménez, Vega, Manzanares

Toros de Garcigrande, justos de presentación, inválidos, nobles y sosos. César Jiménez: pinchazo y bajonajo (palmas); pinchazo y estocada baja -aviso- (ovación). Salvador Vega: pinchazo y bajonazo (silencio); pinchazo y media tendida (silencio). José María Manzanares, que confirmó la alternativa: metisaca en los bajos, estocada -aviso-, un descabello y el toro se echa (silencio); casi entera tendida (silencio). Plaza de las Ventas, 17 de mayo. 6ª corrida de feria. Lleno.

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Geometría pura que hay que aprender, asimilar y ponerla en práctica. Tiene un problema, eso sí: el toreo así ejecutado entraña más riesgo, pero es más puro. El toreo con la suerte cargada, y con los pases ligados, largos y en redondo es oro puro. Se entiende así que ésta sea una profesión para elegidos. De ahí la importancia de la geometría en el toreo. Por eso, los que suspenden esta asignatura crucial dan muchos pases, pero torean poco, alargan las faenas y no dicen nada. El toreo sin geometría es de una vulgaridad insoportable.

Viene todo esto a cuento de la tarde que ofrecieron ayer Jiménez, Vega y Manzanares, tres toreros, se dice, con mucha proyección. Tuvieron delante una corrida elegida para triunfar, justa de fuerza y de casta y sobrada de nobleza. No se picó ningún toro, no molestaron a nadie y pecaron, eso sí, de sosería en la muleta. Ninguno de los tres toreros puso en práctica las normas geométricas y los tres pasaron inadvertidos entre el espeso silencio de este público que se cae de puro bueno. Por cierto, no sólo no torearon, sino que, además, mataron de bajonazos infames que dicen muy poco de estas figuras en ciernes.

Aplaudieron mucho a Jiménez a la muerte del quinto, pero sin motivo justificado. Es verdad que hubo un par de tandas de naturales de cierto empaque, pero su labor quedó deshilvanada y de poco peso. Había comenzado toreando de rodillas con la mano derecha, acabó con manoletinas y le hubieran concedido inmerecidamente una oreja si no mata de mala manera. Peor estuvo en su primero, ante el que evidenció que debe estudiar geometría con urgencia porque su toreo fue excesivamente superficial y anodino.

Los dos toros más inválidos le tocaron a Salvador Vega y en los dos comenzó en la muleta por bajo de manera incomprensible. Manejó el capote con gusto cuando las cortas embestidas se lo permitieron, y allí estuvo en labores de enfermero sin decir nada. Manzanares confirmó la alternativa con un toro noble ante el que quedó en evidencia. Serían los nervios, pero se mostró sin gracia, sin reposo y sin mando en una faena muy larga en la que no dijo nada. Un natural y un largo pase de pecho aislados fueron lo único destacable después de seis tandas, seis por ambos lados. El último era un inválido que no podía con su alma. Al final, quedó la impresión de que carecen de ilusión y fortaleza que son los atributos de la juventud. Si ellos son el futuro, que Dios nos coja confesados. Son tres jóvenes y parecen viejos.

César Jiménez, durante la faena a su segundo toro.
César Jiménez, durante la faena a su segundo toro.LUIS MAGÁN
José María Manzanares, durante la faena a su primer toro, con el que confirmó la alternativa.
José María Manzanares, durante la faena a su primer toro, con el que confirmó la alternativa.LUIS MAGÁN
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Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.

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