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Reportaje:

Cuatro generaciones de arte y fatigas

El director alemán Michael Meert estrena en Granada un documental sobre la herencia flamenca del clan de los Carmona

Ha tenido que ser un alemán el que narre las vivencias de una de las sagas flamencas más importantes de Andalucía. El director Michael Meert estrenó ayer en Granada Herencia flamenca, un documental que recoge la convivencia con el arte gitano de la familia Carmona-Habichuela y su transmisión hereditaria a través de cuatro generaciones. Es un intento, dice el cineasta, de "acercar el flamenco a los profanos" demostrando que las actuaciones y recitales de cante, toque y baile que todos conocen, nacen en realidad de una forma de vida tradicional que estos artistas aprenden de sus mayores.

El filme, rodado en Granada y Madrid, parte de José, el primer artista del clan conocido por el sobrenombre Habichuela, para contar después la dureza de la infancia y juventud de sus hijos Juan y Pepe, hoy reconocidos como dos de los mejores guitarristas flamencos vivos. Juan Carmona hijo (integrante de Ketama junto a su hermano Antonio y el hijo de Pepe, José Miguel) recordó ayer cómo su abuelo se llevaba a su padre y a su tío por las fiestas flamencas para ganarse la vida. El gran Juan Habichuela, junto con su hermano, recorría a los nueve años los bares y tabernas de Granada y otros pueblos pidiendo dinero para sanear la precaria economía familiar. "Es la historia de las fatigas que ha vivido la familia y cómo ha llegado a lo que es actualmente", explicó Juan hijo.

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El salto de Juan padre a Madrid a los 17 años es la semilla del éxito de la familia. "Allí se convirtieron en guitarristas de moda porque aportaban algo nuevo", explicó Antonio, cantante de Ketama. Juan se convierte así en los años 60 en uno de las guitarras flamencas más demandadas por los cantaores. Pepe llegó a actuar con grandes del jazz como Don Cherry.

El documental recuerda como éste último fue el que, a finales de los 70, puso firme a la siguiente generación de la dinastía sacándola del delirio de las fiestas nocturnas de la movida madrileña. En 1986, Juan, Antonio y José Miguel fundan Ketama, uno de los grupos pioneros en la fusión entre flamenco, rock, jazz y músicas latinas y árabes, cuya reaparición está prevista, según anunciaron ayer, para dentro de tres o cuatro años. "Será en el mismo monte de Ketama", adelantó ayer Antonio, el cantante del grupo.

La historia se cierra con el último vástago de la saga, el pequeño Lucas (nueve años), hijo de Juan, que ahora da sus primeros pasos en el cante. Estos inicios coinciden con el proyecto de vuelta a Granada de su abuelo Juan Habichuela, ya en la última etapa de su carrera. "Esta ciudad es la belleza de España", dijo emocionado durante la presentación.

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Las vivencias de los protagonistas se intercalan con imágenes de actuaciones, aunque el director recordó ayer que éstas no son el principal atractivo porque el filme tiene un fin narrativo. La más emotiva, según Antonio, fue la de su abuelo, "el primitivo Habichuela" acompañando a la guitarra el cante de su hermana Marina Carmona, por granaínas. "Ahí lloramos todos", confiesa.

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