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Reportaje:FÚTBOL | 35ª jornada de Liga

El paciente perfecto

Edmilson vuelve al Barça tras siete meses de sufrida recuperación de su lesión de rodilla

Jordi Quixano

La sonrisa de Edmilson era ayer tan amplia que, prácticamente, le desfiguraba la cara. Desde que su rodilla derecha fallara, el 3 de octubre de 2004, cuando aterrizaba de un salto en el partido contra el Numancia, el barcelonista no había vuelto a aparecer en una rueda de prensa y a estar a disposición de su entrenador, Frank Rijkaard.

Tras siete meses y seis días de recuperación, José Gomes Edmilson Moraes (Taguaritinga, Brasil; 1976) compareció al fin ante la opinión pública. "No sé si estaré en la lista definitiva [Rijkaard ha convocado a 20 jugadores para el encuentro con el Valencia y sólo 18 pueden figurar en el acta], pero me siento preparado para estar en el banquillo y jugar unos minutos si el técnico lo desea", explicó el brasileño, que puede actuar indistintamente de central, como ya hizo durante cuatro años en el Lyón, o de mediocentro, su demarcación en su selección.

Edmilson vuelve a sentirse futbolista después de una larga experiencia como paciente. Piscina, bicicleta estática, carrera continua por la montaña, paseos y footing por la playa, tratamientos múltiples en la camilla... Toda una serie de ejercicios, en diferentes fases, ha tenido que hacer para poder reaparecer en la recta final de la Liga. "Ha hecho un promedio de ocho horas diarias de recuperación", afirma Lluis Til, médico del Barça. "Ha sido un ejemplo de esfuerzo y voluntad", agrega; "siempre preguntaba para qué servían los ejercicios, pero nunca hizo una mueca de disgusto. Es impresionante cómo ha afrontado la lesión".

Al romperse los ligamentos cruzados de la rodilla derecha y el menisco, se diagnosticó que Edmilson tardaría cerca de nueve meses en poner en forma su rótula maltrecha. No le faltaban, pues, motivos para tener un bajón anímico. "La movilidad de recuperación que conviene tras la cirugía de los ligamentos no concuerda con la idónea del menisco", argumenta Til; "por eso estuvo seis semanas sin apoyar el pie en el suelo y haciendo ejercicios de movilidad especiales en su articulación. Ha sido todo más duradero y doloroso de lo habitual".

Edmilson, sin embargo, nunca se desanimó. Bajo las pautas médicas de los doctores del club, encontró en el centro médico del São Paulo, ciudad donde reside su familia, la mejor terapia: "Esos dos meses me fueron muy bien para fortalecer la articulación y también la mente".

El miércoles pasado, Edmilson se calzó las botas tras dos semanas de entrenamiento. Lo hizo en el Miniestadi y contra el filial: "Lo que me sorprendió fue no tener miedo a la hora de tener contacto con los jugadores, de disputar la pelota", señal de que está dispuesto a alinearse sin reparar aún en si Brasil le citará para la Copa de las Confederaciones.

"El partido de Valencia es especial. Tiene una motivación añadida a efectos del campeonato", razonó Rijkaard, "porque se echan cuentas sobre el desenlace liguero". Y añadió: "El regreso de Xavi [junto a Edmilson, hace que el equipo cuente con todos los titulares- es un problema de lujo".

Para Edmilson también será un encuentro especial, puesto que sólo se ha alineado en cinco ocasiones: cuatro en la Liga, una de suplente, y otra en la Copa de Europa. Elogiado por su capacidad para equilibrar el juego y añorado ante el Chelsea, aspira a despertar en la cancha la admiración que ha causado en la enfermería. Ha sido el paciente perfecto. Llegado el tramo final de la Liga, la alineación del Barça se parece cada vez más a la del principio. Reapareció Motta, Edmilson podría hacerlo hoy, en Mestalla, y Gabri y Larsson se hallan casi a punto.

Edmilson se dispone a subir al autobús azulgrana para viajar a Valencia.
Edmilson se dispone a subir al autobús azulgrana para viajar a Valencia.ENRIC FONTCUBERTA

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