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EE UU admite que el conflicto de Irak limita su capacidad militar

El Pentágono no capta reclutas suficientes

Era un secreto a voces, pero el general Richard Myers, presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, lo acaba de confirmar en el Congreso. Los compromisos bélicos del Ejército estadounidense en Irak y en Afganistán limitan su capacidad. En el informe anual de valoración de riesgos, el Pentágono reconoce que la máquina militar más poderosa del mundo contempla con preocupación la eventualidad de un tercer frente.

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Con una sonrisa que quería ser convincente, el presidente George W. Bush se preguntó ayer: "¿Está limitada la capacidad de nuestras fuerzas armadas?". Para responderse a continuación: "No". Pero el repaso del general Myers en un informe clasificado dirigido al Congreso y aireado en los medios es claro: no es que el Ejército estadounidense -con 138.000 soldados desplegados en Irak y 17.000 en Afganistán- no pueda pegar un tiro si se presenta una amenaza urgente o si estalla un conflicto en alguna parte del globo, pero su intervención "probablemente se prolongaría más y causaría un mayor número de víctimas, tanto propias como en el adversario".

En definitiva, aunque se confía en el triunfo militar en cualquier circunstancia, "las Fuerzas Armadas podrían no ser capaces de cumplir las expectativas de rapidez y precisión que se detallan en nuestros actuales planeamientos". No se duda de la victoria, pero el precio sería mayor de lo previsto y acostumbrado.

¿En qué se reflejan las limitaciones para abordar con velocidad y eficacia posibles nuevos conflictos? Myers -que dice que en caso de urgencia, las fuerzas armadas son "absolutamente capaces de cumplir con todos los objetivos militares que marque el Gobierno"- menciona varios factores, desde la reducción en los arsenales de armas de precisión hasta el desgaste de tropas de combate a las que se les ha prolongado su misión.

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El nivel de riesgo -reconoce el informe- es superior al del año pasado, aunque la tendencia es de disminución. Entre los datos positivos citados por Myers se cuenta la mejor coordinación entre mandos militares y autoridades civiles en la prevención antiterrorista, la drástica reducción de santuarios terroristas en el mundo y la reorganización de fuerzas después de la guerra de Irak para combinar unidades de combate y de reserva.

Para animar a congresistas y ciudadanos, Myers concluye asegurando que las fuerzas armadas de EE UU "siguen siendo las más profesionales, mejor entrenadas y mejor equipadas del mundo", y que su capacidad "para proyectar el poder en cualquier parte del mundo" sigue siendo inigualable.

No parece, sin embargo, que este triunfalismo sea contagioso o estimulante. Al tiempo que Myers revelaba el informe anual de riesgos, el Ejército comunicaba que abril fue el tercer mes consecutivo en el que no se alcanzaron los objetivos de reclutamiento de nuevos soldados. A estas alturas del año fiscal (que acaba el 30 de septiembre), esos objetivos tienen un retraso del 16% con respecto a lo proyectado: en lugar de contar con 42.585 nuevos reclutas, hay 35.833. El Ejército va a intensificar sus esfuerzos y a ofrecer más incentivos para tratar de equilibrar la situación durante los meses de verano.

En Irak, los equipos de rescate encontraron ayer el cuerpo de un piloto de la dotación del portaaviones Carl Vinson, cuyo F-18 se estrelló en una misión nocturna. Se sigue buscando al piloto de otro F-18, y no se descarta una colisión entre los dos aparatos, que se vieron envueltos en una potente tormenta de arena cuando sobrevolaban el centro del país.

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