La sequía hace temer el verano con más riesgo de incendio en 60 años
La gran sequía que padece Cataluña hace temer que el próximo verano tenga el riesgo de incendio más alto de los últimos 60 años. La falta de precipitaciones, que supone un aumento de hierba y matojos secos en los bosques -un eficaz combustible-, ha puesto en alerta los dispositivos de prevención de incendios. El plan de incendios del próximo junio incluirá excepcionalmente dos aviones, dos helicópteros -normalmente los bomberos disponen, y no siempre, de uno solo- y 200 personas más de las habituales.
"A nivel de riego es como si estuviéramos a mediados de julio, por lo que estamos muy alerta", afirmaron ayer fuentes del Departamento de Medio Ambiente. "Entre otras medidas, estamos aumentando el control de quemas de restos vegetales en los campos; el cuerpo de agentes rurales es muy estricto", aseguraron. Los agentes rurales de Lleida ya han denunciado a siete payeses de la provincia por su presunta responsabilidad en los incendios declarados este fin de semana. La sequía que sufre la demarcación comporta restricciones para encender fuego en el campo, y a partir de este lunes los agricultores sólo podrán quemar la poda de los olivos tras recibir una autorización.
Con el objetivo de mejorar la coordinación entre los equipos de emergencias y prevención de incendios de la Generalitat y de los municipios de Barcelona, el Gobierno catalán y la Diputación firmaron ayer un convenio de colaboración que prevé la creación de una comisión para mejorar la organización operativa entre los guardias forestales y los Bomberos de la Generalitat, los municipios y la Asociaciones de Defensa Forestal (ADF) en caso de emergencia.
La consejera de Interior, Montserrat Tura, informó de que los indicadores objetivos de riesgo de incendios "son muy negativos" y Cataluña "está en la peor situación de las últimas décadas". "No descartamos que este año haya algún gran fuego, por lo que necesitamos toda la ayuda de la ciudadanía", añadió. El consejero de Medio Ambiente, Salvador Milà, recordó que la sequía de este año coincide con el hecho de que los pantanos y los puntos de abastecimiento están bastante por debajo de los niveles óptimos. Por esta razón, "es necesario que la población sea especialmente cuidadosa con los recursos hídricos", advirtió. A partir de septiembre comenzará a haber restricciones de agua destinada a usos lúdicos y al riego, y a pesar que no se prevén restricciones de agua destinada al consumo humano, "si no llueve, en septiembre la situación será muy grave".
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